Publicado: junio 12, 2025, 11:30 am
El atacante que el pasado martes se suicidó después de asesinar a tiros a diez personas en un colegio de la ciudad de Graz, en el sur de Austria, fue declarado no apto para el servicio militar por problemas psicológicos, informan este jueves varios medios locales.
«Las Fuerzas Armadas Austríacas reconocieron la inestabilidad mental del hombre de Graz durante el proceso de reclutamiento, pero este importante información permaneció en su poder», indicó la cadena local Servus TV en un comunicado.
La noticia ha reavivado la polémica desatada en torno a la facilidad con la que el joven de 21 años, Arthur A., pudo comprar fácilmente una escopeta y una pistola, las dos armas del múltiple crimen. Para adquirir esta última tuvo que pasar un test psicológico.
Debido a las leyes de protección de datos, el Ejercito no está autorizado a divulgar este tipo de información, resalta la emisora, al tiempo que se hace eco de la indignación con la que ha reaccionado el jefe del gobierno regional de Estiria, Mario Kunasek.
«El Ejército solo puede compartir información en casos de consumo de drogas o peligro directo. De lo contrario, la protección de datos impide el intercambio. ¡Esto debe cambiar urgentemente!», declaró el gobernador ultranacionalista y exministro de Defensa.
El diario Kronen afirma, citando fuentes de la investigación policial, que el autor de la peor matanza en un centro de educación que se recuerda en Austria no superó la prueba psicológica del servicio militar sobre todo por ser extremadamente introvertido.
Por otro lado, señala que «aparentemente sufría graves trastornos del sueño» porque pasaba hasta altas horas de la noche frente al ordenador con videojuegos de disparos. Según el rotativo, con esos juegos se entrenó de manera virtual a disparar contra supuestos enemigos, algo que perfeccionó luego en entrenamientos con pistolas reales en un campo de tiro.
En la mañana del 10 de junio necesitó tan solo siete minutos para asesinar a diez personas —nueve estudiantes adolescentes y una profesora— y herir a otras once, según la reconstrucción parcial de los hechos revelada hoy por los investigadores en rueda de prensa en Graz, capital del Estado de Estiria.
Arthur A. ingresó por la entrada principal del instituto de secundaria ‘BORG’ a las 9:43 de la mañana, cargado con una mochila que contenía sus armas y municiones, y se dirigió al baño del tercer piso, donde se equipó «profesionalmente» para su ataque, explicó Michael Lohnegger, jefe de la Oficina estatal de investigación criminal de Estiria.
«Se puso un cinturón con un cuchillo de caza, gafas de tiro y auriculares», tomó sus dos armas, una pistola Glock 19 y una escopeta de dos cañones recortada, y bajó al segundo piso, donde en un aula abrió fuego «indiscriminadamente».
Luego regresó al tercer piso para continuar su ataque en otra clase, donde los alumnos se habían encerrado, por lo que primero reventó a tiros la cerradura de la puerta para entrar en el aula y volver a disparar de forma indiscriminada.
Según Lohnegger, el ataque comenzó a las 09:57 horas y duró siete minutos, tras lo cual el agresor volvió al baño, donde se suicidó disparándose un tiro en la cabeza a las 10:07 horas, un minuto después de que al colegio llegaran las primeras patrullas policiales, que sin embargo no se percataron del último disparo.
En el edificio había en ese momento entre 350 y 400 estudiantes, que fueron desalojados rápidamente. Un cronograma detallado encontrado durante el registro del domicilio del atacante revela que Arthur A. había planeado con exactitud cuándo atacaría cada piso.
Pese a ello, los investigadores seguían hoy sin pistas sobre los posibles motivos del crimen. Hasta ahora no han desmentido ni confirmado que pudiera tratarse de un acto vengativo por un supuesto acoso sufrido por el agresor en el centro educativo que abandonó hace tres años.
Sus antiguos compañeros de clase ya no cursan más estudios allí, y los investigadores aseguran que no hay indicios de que el atacante conociera a sus víctimas, salvo a la profesora que mató, con quien si tuvo clases.
Los once heridos de bala han sido hospitalizados y se encontraban hoy «bien, dadas las circunstancias», todos en planta, tras el traslado allí de tres que estaban en cuidados intensivos, informaron fuentes del Hospital Universitario de Graz