Publicado: marzo 8, 2025, 3:31 am
Hay ocasiones en las que las celebrities se comprometen con una causa y la respaldan hasta el final de sus trayectorias. El ejemplo quizá más claro es el de Leonardo DiCaprio con el medio ambiente, dedicando sus redes sociales exclusivamente a la lucha contra el cambio climático. Pero hay muchos más: Kim Kardashian ya ha salvado a dos mujeres en el corredor de la muerte o Alba Flores hablando del antigitanismo que ha vivido desde que era pequeña. Ahora, un nuevo actor se ha sumado a su propia cruzada: Michael Sheen, que se ha volcado con dar a conocer la mala praxis de algunas entidades financieras con los más desfavorecidos y vulnerables.
El intérprete galés de 56 años —nació en Newport a primeros de febrero de 1969—, conocido por sus papeles en series como Masters of Sex o Buenos presagios, así como en películas como La reina o las sagas Underworld y Crepúsculo, es el protagonista del documental Michael Sheen’s Secret Million Pound Giveaway. Es decir, «El regalo secreto de un millón de libras de Michael Sheen» en español, el cual estrenará la cadena británica Channel 4 el próximo 10 de marzo y del que acaba de salir un primer adelanto.
En el mismo, que tendrá una duración de una hora, se incide en cómo Sheen ha conseguido liberar a 900 personas de sus deudas con los bancos, un montante que ascendía a la cantidad que refleja el título, alrededor de 1,2 millones de euros al cambio actual, gracias a la creación de una empresa de compra de deuda que ha erigido y levantado de la nada con una inversión inicial de apenas 100.000 libras, unos 120.000 euros. Lo curioso es cómo, con una cifra en teoría tan pequeña, ha conseguido ayudar a tantas personas y por una cantidad mucho mayor. Porque ni él mismo entendía en un comienzo los mecanismos económicos que rigen la compra de deuda.
El actor, que en Reino Unido es también muy conocido por su faceta teatral, ha explicado en una entrevista a la BBC que el objetivo del proyecto era dar a conocer al gran público la manera en la que bancos y compañías financieras se benefician y aprovechan de los más pobres y desamparados de la sociedad, sobre todo gracias al desconocimiento mercantil y de economía de los mismos, algo en lo que él mismo se incluye y para lo que le ha ayudado entender el proceso crematístico.
Sheen ha revelado cómo buscaba un proyecto en el que invertir la cantidad susodicha de dinero de manera que no fuera en balde o para causas que no repercutiesen de una forma efectiva y eficiente en la vida de la gente a la que se amparase. Y descubrió la compra de deuda. El actor detalla el proceder de estas empresas, que agrupan en paquetes las diferentes deudas de diversas familias, comprando dichos packs a un precio más bajo del que en teoría cuestan.
Porque a pesar de que el dinero que dichas personas deben sigue siendo el mismo, estas empresas pueden a su vez revender los paquetes, por lo que el costo de las mismas va siendo cada vez menor, de forma que se devalúa dicha deuda hasta que finalmente es subsanable o se podría decir que incluso irrisoria para los bancos a los que se les debía, que dejan de reclamarlas.
El sistema, puntualiza Sheen, le resultaba tremendamente «extraño» cuando se lo explicaron y, aunque no acababa de comprenderlo del todo, le pareció una idea con el suficiente empaque como para lanzarse con ella. Aun así la empresa que creó no la puso a su nombre, así como también desconoce la identidad de las personas a las que les ha pagado la deuda, solo dónde vivían y qué tipo de deuda era, que al cabo es lo que les interesa a estas empresas. «Jamás voy a saber quiénes son. Todavía no lo sé de hecho», ha declarado en la citada entrevista.
Asimismo, puntualizó que él pensaba que la realización del documental iba a ser mucho más sencilla de lo que finalmente fue, dado que hubo diversas complicaciones que le llevaron a pensar incluso que no iba a salir victorioso de la empresa en la que se había embarcado. «Creí que únicamente iba a trabajar en esto durante unas pocas semanas o acaso un mes o por ahí y se han acabado convirtiendo en dos años. Pero porque tuvimos que hacerlo en secreto», ha contado.
Asimismo, ha dado a conocer cuál fue, para él, un punto de inflexión que le hizo reconectar con su idea primigenia y por el que decidió seguir adelante: el encuentro con una trabajadora en un local de Port Talbot. Mientras él tomaba un café, esta mujer anónima le contó cómo había visto a algunos trabajadores de la fábrica de acero local totalmente derrumbados tras haber sido despedidos. «La mujer que trabajaba en el café en el que estábamos rodando me habló de todos esos hombres sentados, cada uno en su mesa, llorando porque estaban perdiendo sus empleos. Y entonces me dije: ‘¿Y yo qué puedo hacer para ayudar?», ha rememorado.
El documental se va a estrenar, de hecho, solo cinco meses después de que cerrase el último horno que quedaba funcionando en dicha localidad —y que ha puesto fin a la fabricación de acero tradicional del sur de Gales— después de que Tata Steel, el mayor fabricante de acero del Reino Unido, diese a conocer la eliminación de 2.800 puestos de trabajo.
Sheen, quien también es famoso por su vertiente filantrópica —desde rehabilitación de terrenos a la lucha por el medio ambiente, el mundo audiovisual como salida para jóvenes desfavorecidos o eventos deportivos para recaudar fondos para las personas sin hogar— o porque se llegó a rumorear que cambiaría la interpretación por la política para combatir lo que considera el «fascismo emergente» de nuestros tiempos, cree que algunas personas no se habrán dado ni cuenta de que su deuda ha sido subsanada por el «estigma» que existe a hablar de dinero, por lo que ha urgido a quienes vean el documental a revisar sus cuentas por si han sido alguno de los beneficiados.
