Publicado: febrero 12, 2025, 7:05 am
La mayoría de la población mundial —concretamente, el 79%— defiende que se restrinjan los contenidos dañinos en las redes sociales , como las amenazas físicas y la difamación, y es contraria a la libertad de expresión sin límites. Esa es la conclusión principal de una encuesta a gran escala realizada por investigadores de la Universidad Técnica de Múnich (Alemania) y la Universidad de Oxford (Reino Unido) a unas 13.500 personas de 16 a 69 años en Alemania, Australia, Brasil, Eslovaquia, Estados Unidos, Francia, Grecia, Reino Unido, Suecia y Sudáfrica. La encuesta se basó en cuestionarios realizados en octubre y noviembre de 2024 con la coordinación del instituto de investigación de opinión pública Bilendi & Respondi. Recientemente, varias plataformas de redes sociales han modificado sus políticas en favor de la libertad de expresión sin restricciones coincidiendo con el regreso de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos. En los últimos meses se ha reactivado el debate mundial sobre si se debe regular el contenido de las redes sociales y cómo hacerlo. Los operadores de las plataformas X y Meta, invocando la libertad de expresión, han relajado las normas destinadas a restringir las declaraciones discriminatorias. Mientras tanto, Australia ha prohibido el acceso a las redes sociales a los menores de 16 años. Sin embargo, los debates y las investigaciones sobre estas cuestiones se centran principalmente en las actitudes de las empresas, los responsables políticos y los medios de comunicación. Hasta ahora se ha prestado poca atención a las opiniones de los usuarios de las redes sociales. Para colmar esta laguna, investigadores de la Universidad Técnica de Múnich y la Universidad de Oxford encuestaron a unas 13.500 personas en 10 países el pasado otoño. En este estudio representativo, los encuestados respondieron a un extenso cuestionario sobre los objetivos contrapuestos de la libertad de expresión y la protección contra el abuso digital y la desinformación. El 79% de los encuestados cree que se deben eliminar las incitaciones a la violencia y los países con mayor aprobación son Alemania, Brasil y Eslovaquia (86%). Ese porcentaje cae al 63% en Estados Unidos. Solo un 14% de los encuestados cree que las amenazas deberían permanecer en línea para que los usuarios puedan responder a ellas. Un 17% piensa que se debería permitir a los usuarios publicar contenido ofensivo para criticar a determinados grupos de personas. El país con mayor nivel de apoyo a esta postura es Estados Unidos (29%) y el que menos simpatía tiene es Brasil (9%). También se pidió a los encuestados que indicaran su visión preferida en una escala entre dos polos opuestos: una plataforma de redes sociales con libertad de expresión ilimitada y otra libre de odio o desinformación. En todos los países, la mayoría se inclinó por la seguridad frente a la violencia digital y la información engañosa. Empresarios influyentes como Mark Zuckerberg y Elon Musk han defendido que la libertad de expresión debe primar sobre la moderación de contenidos en las redes sociales. «El estudio muestra que la mayoría de los ciudadanos de las democracias quieren plataformas que reduzcan el discurso de odio y el abuso. Esto se aplica incluso a Estados Unidos, un país que desde hace mucho tiempo defiende la libertad de expresión en el sentido más amplio», según Yannis Theocharis, profesor de Gobernanza Digital en la Escuela de Política y Políticas Públicas de Múnich de la Universidad Técnica de Múnich. Spyros Kosmidis, catedrático de Política en la Universidad de Oxford, recalca que «los resultados también muestran que no necesariamente existe un consenso universal en lo que respecta a todas las compensaciones específicas entre libertad de expresión y moderación». «Las creencias de las personas dependen en gran medida de las normas culturales, las experiencias políticas y las tradiciones jurídicas de los distintos países. Esto dificulta la regulación global», añade. También se observaron diferencias sobre quién debería ser el principal responsable de crear un entorno seguro en las redes sociales. La proporción de encuestados que cree que la responsabilidad debería recaer en los operadores de las plataformas es similar en los países estudiados, ya que oscila entre un 39% en Alemania, Reino Unido y Brasil, y un 29% en Francia, Sudáfrica y Grecia. Sin embargo, hubo mayores diferencias entre los que prefieren la responsabilidad gubernamental. En comparación con un 37% de los encuestados alemanes y franceses, solo un 14% está a favor de un enfoque dirigido por el gobierno en Eslovaquia. En cuanto al porcentaje de personas que creen que los ciudadanos individuales deberían asumir la responsabilidad, se observa una variación similar entre los países, que va desde un máximo de un 39% en Suecia hasta un mínimo de un 17% en Alemania. Si se analiza el panorama general, un 35% de los encuestados de todos los países eligió a los operadores de plataformas, un 31% a los ciudadanos individuales y un 30% a los gobiernos como la parte responsable preferida. Sin embargo, el 59% de los encuestados considera que la exposición a la grosería, la intolerancia o el odio es inevitable en las redes sociales. El 65% espera comentarios agresivos cuando expresa sus opiniones en las plataformas. En Sudáfrica, esto se aplica al 81% y en Estados Unidos, al 73%. «Estamos notando una resignación generalizada. La gente tiene la impresión de que, a pesar de todas las promesas de combatir los contenidos ofensivos, nada mejora. Este efecto de aclimatación es un gran problema porque está socavando poco a poco las normas sociales y normalizando el odio y la violencia», según Theocharis.