Publicado: abril 19, 2025, 4:30 pm
La Agencia estadounidense de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa, más conocida como DARPA , encargada de desarrollar nuevas tecnologías ha hecho un descubrimiento inesperado . Con su proyecto Atmo Sense demostraron que los modelos de propagación de ondas eran capaces de detectar eventos terrestres, aéreos o espaciales de interés para la seguridad nacional. Lo que permite localizar con precisión amenazas invisibles en cualquier parte del mundo , desde terremotos, reentradas espaciales a explosiones subterráneas ilícitas. En suma hablamos de un programa que puede revolucionar la seguridad mundial usando la atmósfera como un sensor global. El programa AtmoSense comenzó en 2020 y, como detalla la web de defensa, tenía como objetivo comprender los fundamentos de la propagación de energía desde la superficie terrestre hasta la ionosfera que son las capas de la atmósfera que están por encima de los 80 kilómetros hasta los 400 o 500 kilómetros. «Midieron las ondas acústicas y electromagnéticas para establecer si podían proporcionar pistas sobre la naturaleza, la ubicación y la magnitud de una perturbación ocurrida en la Tierra », detallan. Por ejemplo, un evento como una erupción volcánica , produciría perturbaciones mecánicas longitudinales dirigidas hacia la atmósfera. «Esos componentes de onda que viajan lejos del centro de la Tierra encontrarían una densidad de aire decreciente con la altitud, reduciendo así la cantidad de energía transferida a la atmósfera. Y propagándose hasta la ionosfera», detalla DARPA. Pero el punto de inflexión en la investigación de DARPA llegó en 2024, cuando el equipo de investigadores realizaba dos pruebas de campo en Nuevo México para validar de forma concluyente los modelos y mejorar su geolocalización. Señalan que cada prueba de campo incluyó dos pares de explosiones controladas secuenciales de 1 tonelada y una de 10 toneladas, con un total de seis detonaciones. Sin embargo, en el proceso notaron algo inusual en los análisis de los datos de los sensores. «Observamos una caída drástica en el contenido de electrones, lo cual los desconcertó», dice Michael Nayak, director del programa AtmoSense. Para entenderlo, «imagina que pasa agua por una manguera. Eso es un flujo de electrones, y si pones el puño delante de la manguera, notarás una caída significativa en el volumen de agua que sale de ella». A medida que profundizaban en el análisis forense, correlacionaron la perturbación con una reentrada del Falcon 9 de la empresa SpaceX de Elon Musk ocurrida el mismo día de la prueba de detonación. Gracias a este tipo de incidentes unido a sus investigaciones « a hora se puede modelar en 3D lo que ocurre con la energía que emana de una pequeña perturbación a escala de metros a medida que se expande hacia la atmósfera para propagarse a miles de kilómetros, y potencialmente alrededor del mundo», afirmó Nayak. Algo que se creía impracticable. « La simulación de alta resolución de la superficie al espacio de ondas acústicas se consideraba imposible antes del inicio del programa, pero lo logramos », indicó Nayak. Y añadió: «Por muy emocionante que sea, la gran victoria puede ir más allá de la ciencia atmosférica», y será esta semana donde en Daytona darán a conocer más en detalle los resultados de su investigación.