Publicado: octubre 3, 2025, 2:00 am
Durante la primera mitad de 2025, el nuevo capital extranjero que aterrizó en territorio mexicano trazó una tendencia de aceleración, mostrando una mayor confianza de los inversionistas en el país pese a la incertidumbre comercial mundial.
Sin embargo, este mayor dinamismo sólo se materializó en la mitad de las entidades mexicanas, abriendo cada vez más la brecha regional.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, por tipo de inversión, la reinversión de utilidades fue de 28,914 millones de dólares, monto que representó 84.4% de los flujos totales de la Inversión Extranjera Directa (IED) en el primer semestre.
Dicha cifra dio una disminución anual de 4.5%, siendo la caída más pronunciada, para un mismo periodo de comparación, desde 2021.
En segundo lugar, se ubicaron las nuevas inversiones que registraron un total de 3,149 millones de dólares, que significó 9.2% del total de IED, así como un crecimiento de 246.3% anual.
“Cabe recordar que, en el primer semestre del año pasado, las nuevas inversiones representaron solamente el 3.0% del total, la menor proporción desde el primer semestre de 2014. Finalmente, las cuentas entre compañías explicaron el 6.4% de la inversión extranjera directa, registrando un flujo de 2,202 millones de dólares”, detalla Banco Base.
La importancia de la Inversión Extranjera Directa radica en que es un factor clave para el desarrollo económico de México, ya que impulsa el crecimiento, genera empleo y moderniza sectores como el automotriz, manufacturero y tecnológico, en los que el país busca ser más competitivo en el comercio internacional.
Además, la llegada de capital extranjero también refleja confianza en la estabilidad macroeconómica del país; es por eso por lo que factores como seguridad y certeza jurídica son fundamentales para atraer inversión del extranjero.
Los detonadores
Dentro de la IED, uno de los conceptos que más incentiva a la economía nacional es el de nuevas inversiones, que se refieren a las que realizan las personas o empresas extranjeras, al establecerse en algún estado mexicano, lo cual puede incluir nuevas líneas de producción, creación de empresas, capital de trabajo, entre otros conceptos.
A nivel estatal, la brecha entre los estados es más amplia. El primer lugar correspondió a Ciudad de México, que captó 1,269.9 millones de dólares de nuevo capital extranjero, 40.3% del total en el primer semestre del año.
La segunda posición con el mayor monto de nueva IED fue Quintana Roo, de vocación turística, al captar 410.3 millones de dólares, mientras el podio lo completó Baja California Sur con 409 millones.
A estas entidades les siguieron Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Querétaro, Baja California y Nayarit, atrayendo cada una entre 107 y 214 millones de dólares.
Después se encuentra un grupo de entidades con menos de 76 millones, pero más de 15 millones de dólares de nuevas inversiones extranjeras: Chihuahua, Yucatán, Guerrero, Coahuila, Sonora y Estado de México.
En la parte baja se observaron estados con menos de 9.4 millones de dólares, algunos de ellos clave en el aparato productivo del territorio nacional: Oaxaca, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz, Puebla, Colima, Campeche, Tabasco, Michoacán, Tlaxcala, Morelos e Hidalgo.
En tanto, Chiapas, Zacatecas y Durango no registraron llegada de nuevas inversiones. Solamente San Luis Potosí y Aguascalientes presentaron salida de capital.
Las alzas
En comparación anual, 16 entidades mostraron ascensos en la atracción de nueva IED, destacando en la cima Coahuila al pasar de 0.01 millones de dólares a 25.4 millones.
Le siguieron también con alzas importantes Estado de México, Guerrero, Puebla, Guanajuato, Nuevo León y Ciudad de México.
Los otros incrementos anuales fueron en Nayarit, Querétaro, Jalisco, Quintana Roo, Baja California, Campeche, Baja California Sur, Sonora y Veracruz.