Publicado: octubre 11, 2025, 1:00 pm
Cuando se dice popularmente que la mente y nuestros pensamientos nos traicionan, no se está tan desencaminado de la realidad que plantean los profesionales de la salud. Los pensamientos forman parte de nuestra mente y están todo el dÃa emitiendo señales, haciéndonos pensar esto o aquello, ‘obligándonos’ en cierta manera a actuar. Sin embargo, el cerebro no da órdenes, sólo emite pensamientos que podemos aceptar o no.
En este complejo contexto, existe una técnica profesional que podemos practicar en cualquier lugar, y que consiste en alejarnos de lo que los pensamientos nos quieren imponer. Es decir, tomar distancia y analizarlo como lo que es, un simple pensamiento que podemos poner en marcha o ignorar, según nos convenga. A esta herramienta, en psicologÃa, se la denomina ‘defusión cognitiva’.
Tener pensamientos negativos no significa hacerles caso
Según los expertos en salud mental, el verdadero problema de los pensamientos no es que existan, puesto que se trata de un fenómeno absolutamente normal… incluso cuando hablamos de pensamientos negativos. Lo complicado llega cuando nos fusionamos con ellos, cuando les otorgamos valor real y les ‘hacemos caso’ incondicionalmente.
Numerosos estudios psicológicos han demostrado que intentar deshacerse de pensamientos y emociones desagradables podrÃa tener el efecto contrario al deseado, al aumentar su frecuencia e intensidad. Repetirnos ‘no valgo’, ‘no lo conseguiré nunca’, ‘mi vida es horrible’ puede hacer que nos obsesionemos con protegernos o, peor aún, que les hagamos caso al 100% y dejemos que nos dominen.
Para no dejarse abrumar por los pensamientos negativos (el cerebro humano está diseñado para compensar los positivos y los negativos en el justo equilibrio, y eso es bueno), la técnica de defusión cognitiva que utilizan los psicólogos puede resultar muy útil.
Qué es la ‘defusión cognitiva’ que propone la psicologÃa
La ‘defusión cognitiva’ propone desligarse de los pensamientos, algo que no significa alejarse de ellos sino reconocerlos tal como son: historias contadas en la radio de la mente, palabras colocadas una detrás de otra… pero no verdades absolutas ni hechos irrefutables.
Tomar la distancia adecuada de los pensamientos negativos no significa eliminarlos, sino ser consciente de que no representan la realidad; es algo asà como desconectar el ‘piloto automático’ en el que vamos en la sociedad actual. Es imprescindible practicar el desapego de los pensamientos, para aliviar la ansiedad que pueden producirnos. No ignorarlos, sino verlos con distancia.
De esta manera, se consigue que esos pensamientos intrusivos pierdan fuste, que pasen a un plano de intrascendencia que no afecte a la vida normal. No es necesario que la persona cambie sus pensamientos; sino que, aún manteniéndose en su mente, dejen de hacerle padecer por ellos.
Asà podemos poner en marcha esta técnica psicológica
El experto @alejandropsiquiatra publica un vÃdeo en sus redes sociales en el que explica con gran claridad en qué consiste esta herramienta terapéutica para que nuestra mente no controle nuestros actos: «El truco está en aprender a ver tus pensamientos solo como eso: pensamientos, no verdades absolutas», dice el psiquiatra.
En realidad se trata «de una técnica sencilla para convertirnos en observadores de nuestra mente, y no en sus esclavos. «Mirad la diferencia entre ‘soy un desastre’, pensamiento que nos hunde, y ‘estoy teniendo el pensamiento de que soy un desastre’, que me ayuda a mirar con distancia y el pensamiento pierde fuerza.
Para que la herramienta sea eficaz, el experto recomienda: «Añade siempre a tus pensamientos negativos ‘mi mente me dice que…’, repitiéndolo en voz alta e, incluso, añadiéndole alguna musiquita ridÃcula, para que se aleje. Tus pensamientos no son órdenes, son sólo pensamientos y tú eliges si los sigues o no».