Publicado: junio 29, 2025, 7:30 am
Un grupo de arqueólogos ha descubierto en Bolivia los restos de un enorme templo que fue construido hace 1.000 años por los miembros de una civilización perdida en la zona de los Andes.
Tal y como recoge la revista National Geographic, los arqueólogos descubrieron el templo, llamado Palaspata, en la cima de una cresta en las remotas tierras altas al sureste del lago Titicaca, cerca de la pequeña comunidad de Ocotavi, en el oeste de Bolivia.
Esta gran estructura fue erigida por la civilización Tiwanaku, que durante su auge dejó restos como estructuras de piedra, sistemas de irrigación avanzados y arte y cerámica antes de desaparecer alrededor del año 1000 d. C.
El lugar excavado ocupa una superficie de 125 metros de largo por 145 de ancho. Cuenta con 15 recintos rectangulares dispuestos alrededor de un patio central, que parece alinearse con el equinoccio solar, el momento en el que el Sol sale directamente sobre el ecuador y que a menudo está marcado por fechas rituales clave en las culturas antiguas.
Los investigadores creen que en este lugar pudieron haber vivido más de 20.000 personas, ya que algunos edificios se construyeron con piedras que pesaban más de 100 toneladas, lo que demuestra un trabajo y una planificación altamente organizados.
«Esto no era sólo un templo, era un centro estratégico, un punto de entrada entre las rutas comerciales de las tierras altas y las tierras bajas», dice el doctor José Capriles, arqueólogo principal de la Universidad Estatal de Pennsylvania y coautor del estudio. «Este era un lugar donde las personas, los bienes y los dioses se cruzaban», agrega.
Este complejo recién descubierto está ubicado a unos 200 kilómetros al sur del sitio histórico establecido de Tiwanaku, en la cima de una colina conocida por los agricultores indígenas locales, pero que nunca fue explorada en profundidad por los investigadores debido a su modesta ubicación.
La datación por carbono reveló que el sitio fue más activo entre los años 630 y 950 d. C., durante el período en que la civilización Tiwanaku expandió su influencia hacia los valles orientales.
«Su sociedad colapsó alrededor del año 1000 d. C. y era una ruina cuando los incas conquistaron los Andes en el siglo XV», dice el doctor Capriles.
«Presentaba una estructura social altamente organizada, dejando restos de monumentos arquitectónicos como pirámides, templos con terrazas y monolitos, la mayoría de los cuales se distribuyen en sitios alrededor del lago Titicaca».
El antiguo templo alguna vez tuvo como característica sus altas piedras de arenisca roja y cuarcita blanca que marcaban su perímetro. Aunque gran parte de la estructura original se ha derrumbado, su diseño rectangular y su alineación astronómica aún son visibles.
«Los hallazgos arqueológicos en Palaspata son significativos porque resaltan un aspecto crucial de nuestro patrimonio local que había sido completamente pasado por alto», dijo Justo Ventura Guarayo, alcalde del municipio de Caracollo, donde se ubica el sitio. «Este descubrimiento es vital para nuestra comunidad», concluye.