Publicado: noviembre 9, 2025, 6:39 am
Europa se encuentra en un momento decisivo. La urgencia climática, la volatilidad energética y las nuevas exigencias regulatorias han situado la descarbonización y la economía circular en el centro de la agenda pública y empresarial . El Pacto Verde Europeo y el Fit for 55 marcan una hoja de ruta clara, pero su cumplimiento depende, en gran medida, de la capacidad de sectores como el de las infraestructuras para transformar sus procesos, materiales y modelos de gestión. Las autopistas y redes de transporte, que durante décadas fueron símbolos de desarrollo económico, se enfrentan ahora al reto de reinventarse para seguir siéndolo sin comprometer el planeta. En Abertis somos plenamente conscientes de este cambio de paradigma. La descarbonización y la economía circular no son conceptos aislados en nuestra estrategia, sino pilares que definen cómo planificamos, operamos y medimos el impacto de nuestras concesiones. Bajo la Estrategia de Sostenibilidad 2022–2030, estructurada en tres grandes ejes, hemos desplegado más de 200 iniciativas en distintos países para reducir nuestra huella ambiental. Gracias a este esfuerzo conjunto, hemos logrado disminuir en un 25% las emisiones de gases de efecto invernadero (alcances 1 y 2) en los últimos cinco años, validado por la iniciativa Science Based Targets (SBTi). Además, el 72,8% del consumo eléctrico directo del Grupo ya procede de fuentes renovables, alcanzando el 100% en mercados como España, Francia o Brasil. Estos avances se producen en un contexto global de alta exigencia. La nueva taxonomía europea y la presión de los inversores por modelos más sostenibles están impulsando un cambio estructural en la manera en que las empresas abordan su impacto. La sostenibilidad ya no es una cuestión reputacional, sino de gestión del riesgo y de viabilidad a largo plazo. En nuestro caso, la acción climática se complementa con un compromiso decidido con la economía circular, un ámbito en el que el sector de las infraestructuras puede aportar un valor diferencial. En 2024, logramos valorizar el 86% de los residuos generados y aumentar el uso de materiales reciclados del 7,5% al 16%, contribuyendo así a reducir el consumo de materias primas y las emisiones asociadas a su transporte. La cooperación entre filiales ha sido clave para alcanzar estos resultados. En Francia, la tasa de reciclaje de pavimentos alcanzó el 45%, una cifra que sitúa al país como referente dentro del Grupo. En India, la concesión JEPL ha incorporado plástico reciclado en el pavimento, reduciendo el impacto ambiental sin comprometer la estabilidad de las superficies . En España, se ha desarrollado un proyecto piloto con la Universidad Alfonso X el Sabio para reutilizar asfalto procedente del fresado de capas renovadas. Y en Brasil y México, el uso de caucho reciclado en los firmes completa un ejemplo práctico de economía circular aplicada al día a día. Todo ello demuestra que la sostenibilidad no se construye con grandes declaraciones, sino con decisiones técnicas, medibles y replicables. Esa es la base de nuestro nuevo Plan ESG 2025–2027, que tiene como objetivo reducir un 40% las emisiones de los alcances 1 y 2 y un 16% las derivadas de la cadena de suministro en comparación con 2019. Pero más allá de los resultados concretos, hay un elemento esencial: el esfuerzo colectivo. La descarbonización no puede depender únicamente de la voluntad de las empresas, sino de un marco de colaboración entre sector público y privado que facilite la inversión, la innovación y la homogeneidad normativa entre países. La infraestructura del futuro será sostenible o no será . Y solo lo será si la cooperación y la coherencia se imponen a la fragmentación y a la inercia. En Abertis creemos que las autopistas del siglo XXI no solo deben conectar territorios, sino también compromisos. La transición ecológica no se logrará con atajos, sino con una ingeniería responsable, capaz de combinar progreso, eficiencia y respeto por los límites del planeta. Y esa es, hoy, la verdadera medida del desarrollo.
