Publicado: abril 22, 2025, 4:30 am
Ni después de 23 victorias en 30 jornadas se puede permitir el Real Betis Baloncesto un respiro. Mucho más teniendo en cuenta que viene de perder ante un rival directo como el Monbús Obradoiro, al que aún saca dos victorias de ventaja pero no el duelo particular, en poder de los gallegos. Restan apenas cuatro partidos, dos de ellos en casa, y a la vista del ritmo infernal impuesto por los compostelanos, los verdiblancos no pueden despistarse demasiado so pena de ser cazados y desbancados de la cuarta plaza. Frente a la amenaza santiaguesa, el deber de ganar del Betis Baloncesto, que este martes protagonizará el tercer derbi sevillano de la temporada. Uno de esos partidos que en Morón de la Frontera , sede de la admirable cenicienta de la categoría que no ha podido esquivar el marcado destino del descenso, llevan esperando muchos meses. Los verdiblancos serían ya cabeza de serie en el play off en caso de victoria siempre que el Súper Agropal Palencia no venciera este martes en la cancha del Ourense. Los moronenses, que juegan sin esa presión clasificatoria de la zona baja que encoge las muñecas, podrían darle hoy a su fiel y bulliciosa afición del pabellón Alameda la última alegría de este curso en la otrora LEB Oro que ha sido debut y despedida. No arreglaría la temporada el Morón con un triunfo sobre el Betis, pero sin duda generaría una gran satisfacción en un club que, a buen seguro, ya está pensando y hasta diseñando su regreso a la Segunda FEB. El Morón, dirigido en la segunda vuelta por Dani García , defenderá su orgullo en el vetusto recinto del Alameda, pabellón muy pequeño que puede convertirse en una auténtica caldera y complicarle vida a todo aquel que piense que allí se gana a medio gas. Aunque en esa pista sólo hayan perdido el Amics Castelló y el Aircargobooking Ourense , muchos otros lo han pasado mal, verbigracia el Movistar Estudiantes. Se salvó, gracias a Granger, a última hora y forzando la prórroga. Seguro que ese trabajo de mentalización de sus jugadores ya lo ha ejercido estos días con sus chicos Gonzalo García de Vitoria . En Morón se hará de verdad recuento de daños en el plantel tras la derrota con el Monbús Obradoiro. Un partido, pese a todo, que tuvo dos veces en su mano y dejó escapar, tanto en los segundos finales como en el tiempo extra. No fue la actuación más completa o deslumbrante del Betis Baloncesto, pero sí mostró el carácter y el espíritu competitivo de casi siempre . Mandó con autoridad en el primer cuarto, luego fue perdiendo pie por la crecida de la marea compostelana y, ya en el último acto, tuvo las agallas de recomponerse, reponerse de una desventaja de diez puntos y defender la última posesión para ganar. No pudo hacerlo, tampoco en los cinco minutos extras, y así, un año después, caducó la condición de invicto del Betis Baloncesto en San Pablo . Un destacado serial concluido tras 22 partidos. Suena a heroicidad. Obviamente, el equipo notó la baja de Benite , verdaderamente dañina, por lo que el paulista es capaz de generar desde el bloqueo directo, en la salida de indirectos, lanzando a pies juntos o, en fin, desplegando todo ese catálogo de recursos que lo caracteriza y enriquece significativamente el ataque verdiblanco. Su ausencia comporta otra prueba de madurez para este Betis Baloncesto que rara vez ha estado completo, sin bajas, más de dos semanas seguidas en todo el curso. Las lesiones siguen dando la lata y siendo el peor enemigo de este plantel. Sin Benite, otros jugadores del perímetro deben dar un paso adelante para que no todas las noches tenga que ajustarse Hughes el traje de superhéroe. Tiene la sangría fría para los momentos calientes y ni mucho menos le asusta la responsabilidad, pero en la medida en que aumente el número de posibles amenazas anotadoras de su equipo se reducirán también las vigilancias sobre su figura. Pura lógica. El Betis necesita ganar por cuestiones tangibles e intangibles . Porque tiene cada vez cerca al Obradoiro, que según lo visto parece capacitado para llevarse los cuatro partidos que restan, y porque conviene que la herida generada el pasado viernes se cierre rápidamente. Y no hay otro ungüento que la victoria. Desde la última vez que se vieron las caras, el 29 de diciembre en el pabellón San Pablo, el equipo que más cambios ha experimentado ha sido el Morón , que ha vivido una temporada muy movida, de mucha entrada y salida en su vestuario. Respecto a aquel partido, ya no figuran en el plantel aruncintano Badji, Giegraitis ni Kouadio , su factor diferencial, desvinculado este domingo de la entidad. Un total de 23 jugadores han jugado esta campaña con el club sevillano, que en la medida de sus modestas posibilidades económicas (con mucha diferencia ha contado con el presupuesto más pequeño de la categoría) no ha dejado de intentar mejorar la plantilla para hacerla lo más competitiva posible. Lleva cinco derrotas seguidas, pero antes de este nuevo socavón fue capaz de tumbar por 30 puntos al Ourense (89-59) y de profanar Pisuerga, la cancha del Real Valladolid (78-91) . El Morón suele competir muy bien las primeras partes, anota 72 puntos de media (28% en triples) y encaja 83,4 de sus rivales con un 37% en el lanzamiento exterior. Especialmente en sus registros ofensivos se explica su posición en la tabla, colista con apenas tres triunfos. Es decir, 20 menos que el Betis. Los verdiblancos están avisados por su entrenador, Gonzalo García de Vitoria, que advertía de este modo de la dificultad del derbi en la rueda de prensa previa. «Se enfrenta el cuarto clasificado contra el último y todo el mundo da por hecho que se va a ganar. Estos partidos son complicados de jugar porque te generan ansiedad . Lo que hemos hablado en el vestuario es hacer nuestro plan tras dos días de entrenamiento muy cortos. E ir allí sabiendo que nos costará. Ya nos costó en casa, pero vamos con ganas de competir y hacer las cosas bien. Lo que vi contra el Obradoiro me da mucha energía positiva. Tenemos que ganar y seguir con el plan establecido, pero ya aviso que todo el que piense que va a ser un partido fácil se equivoca porque este Morón tiene alma y pelea », comentaba el bilbaíno. En septiembre se midieron en la Copa de España (70-53) y en diciembre en el choque de la primera vuelta en San Pablo (74-68) . Ambos se los llevó el Betis, pero no sin dificultades. Y la mayor que se puede encontrar este martes es el Alameda, escenario muy peculiar en el que no están acostumbrados a desempeñarse los profesionales verdiblancos. Adaptarse pronto y comenzar entonado será una de las claves. Desde el punto de vista del Morón , secar a los perimetrales béticos evitando la generación en el juego de dos por dos y resistir defensivamente los 40 minutos. El partido promete y toda la responsabilidad recae del lado del Betis Baloncesto , que en su defensa de la cuarta plaza (y del ataque a la tercera…) aún tiene deberes pendientes para evitar que el lanzado Obradoiro lo adelante por la izquierda.