Los dos líderes de la décima edición de la Vendée Globe, Charlie Dalin y Yoann Richomme, navegan muy juntos en su ascenso por el Atlántico Sur hasta el ecuador . Están atrapados en una zona de vientos flojos a 600 millas al SE de Río de Janeiro y les separan una decena de millas. Los dos navegantes fueron compañeros de equipo en 2015 y 2016, por lo que conocen al dedillo las fortalezas y debilidades de su contrincante , y en este momento el póquer mental puede ser decisivo para cruzar en primer lugar la línea de meta de la vuelta al mundo en solitario y sin escalas. «No existe la estrategia cuando no tienes viento y no vas a ninguna parte -ha explicado Richomme-. Sinceramente, vamos donde nos lleva el viento. No hay forma de anticipar nada, tomamos lo que tenemos y avanzamos lo más posible. Nos pasamos largas horas estudiando las posibles rutas, nuestro cerebro echa humo . Quizá uno de nosotros tenga más suerte que el otro. Es difícil evaluar cómo saldremos de ésta. Hoy, la diferencia entre nosotros parece mínima, pero podría resultar crucial para salir airosos de esta situación. Esta historia no es nada fácil, es todo muy aleatorio, pero sabíamos que el Atlántico Sur sería una auténtica partida de póquer». Segú el parte meteorológico, el miércoles las condiciones serán más favorables, pero conviene recordar que esta es la zona en la que Yannick Bestaven vio cómo una ventaja de 400 millas se evaporaba hasta convertirse en nada en la regata de 2020-2021, para ser superado nada menos que por Dalin. Precisamente Bestaven ha anunciado su retirada de la Vendée Globe. Tras comunicar el viernes 27 de diciembre que el sistema de timón del IMOCA Maître CoQ V había sufrido importantes daños imposibles de reparar en el mar, el patrón decidió hacer escala en Ushuaïa para reparar los diversos daños sufridos cuando navegaba con mar gruesa y vientos de unos 30 nudos en dirección al cabo de Hornos . Este trabajo no puede hacerse en solitario, por lo que parte del equipo de tierra se desplaza a Argentina para ayudar al navegante. Esta intervención supondrá la retirada de Yannick Bestaven y del Maître CoQ V de esta décima edición de la Vendée Globe. A causa de la rotura en el timón, el Maître CoQ V se volvió ingobernable , pero Bestaven, que es ingeniero, consiguió encontrar una solución temporal con cuerdas para gobernar su barco hacia el cabo de Hornos, aunque en modo degradado. Yannick Bestaven dobló la punta sur de Sudamérica el domingo 29 de diciembre a las 19:21 UTC, tras regatear 49 días, 7 horas y 19 minutos. En tercera posición, Seb Simon (Groupe Dubreuil) ha tenido la oportunidad de recortar algunas millas al líder . Ahora está a 260 millas de Richomme, cuando estaba a más de 700 millas en cabo de Hornos. Thomas Ruyant (Vulnerable), que ocupa la cuarta posición, tiene ahora más de 1.350 de ventaja, por lo que el navegante de Les Sables d’Olonne intentará más que nunca mantener la cabeza fría y centrarse en hacer bien las cosas básicas. Detrás de ellos, en el Atlántico Sur, las condiciones son relativamente suaves y el pelotón está muy agrupado, con una buena ganancia para Sam Goodchild tras elegir una estrategia en solitario por el oeste de la Isla de los Estados.