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De 'GH VIP' a 'desaparecer' por su madre, así es Ivonne Armant, nieta de Plácido Domingo a la que le ha costado 35 años ganarse su cariño

Publicado: diciembre 30, 2024, 11:15 pm

Está convencida de que el 2025 será un gran año para ella y que hay que mirar al futuro con optimismo, sin que eso signifique, ni mucho menos, renegar del pasado. De hecho, Ivonne Armant no siente resignación, culpa, vergüenza o arrepentimiento por lo que hizo hace tiempo, cuando estaba en la cúspide de la fama, codeándose con la jet set hollywoodiense y protagonizando desnuda varios reportajes en revistas para adultos.

A sus 50 años, la nieta de Plácido Domingo ve las cosas de una forma muy diferente, sobre todo porque incluso aunque considera que fue muy bien acogida en España, especialmente en los programas y realities de Telecinco, no puede sino estar orgullosa de sí misma y de cómo dio un paso a un lado para centrarse en una de las personas más importantes de su vida, su madre.

Lo ha explicado todo en ¡De viernes!, donde ha contestado las preguntas de los presentadores, Santi Acosta y Bea Archidona, que buscaban saber cómo Armant, omnipresente a principios de siglo en la televisión, llegando a ganar, con el 68% de los votos, Gran Hermano VIP 2 en 2005, desaparece motu proprio del mapa. Y su razón es clara: «Dejé mi carrera profesional para cuidar a mi madre».

«La verdad es que no echo de menos el momento de fama», ha reconocido tras un largo parón mediático, «pero sí las cosas que hacía que te vuelven famosa. Para mí [GH VIP] fue una oportunidad; llegar a España, por primera vez, que nadie me conocía, llevando esa carga tan grande de que si era ‘la nieta de Plácido Domingo, la de la portada de Playboy‘… Fue divino, porque cuando salí, recibí todo el amor del mundo», ha añadido.

Por ello sorprendió todavía más su retiro del foco de atención. Pero, como ha explicado, su madre fue diagnosticada con trastorno bipolar y decidió darle un giro de 180º a su vida. «No somos conscientes de que hay muchas personas que padecen una enfermedad mental y que no somos capaces de reconocerlos. Yo, amando a mi madre, con todo lo que la amo, había momentos en que se me hacía difícil hablarle bonito. O bien estaba sentada en un sofá diciendo que solo quería morirse, o bien, de repente, quería hacer de todo. Y yo no tenía estabilidad emocional entonces», ha rememorado.

De hecho, precisamente por ello considera que ya no debía «trabajar en la tele», porque jamás le ha gustado «el drama, el contar tus penas». «Hoy soy la mujer que soy debido a la enfermedad de mi madre. Y mira, he hecho de todo, hasta ponerla en el fuego a ver si estaba poseída. Pero porque cuando la veo bien, con ganas de vivir o cantando en los cumpleaños, pues todo ha valido la pena: no he perdido nada, sino que lo he ganado todo», ha reconocido, a pesar de que sí hay aspectos vitales que hubo de sacrificar.

«Me hubiera gustado ser madre, pero si no pasó es porque no tenía que pasar. Yo le dije a mi madre que ella me dio la vida para yo poder rescatarla. Y he tenido momentos en los que me he hundido… Pero hay una luz al final del camino», ha afirmado, añadiendo que «tú te tienes que reconstruir porque la vida es maravillosa», así como que ella sigue «siendo alegre y soñadora».

Armant ha afirmado que afortunadamente decidió que su camino no pasaba por estar «amargada» o por «las drogas», pero sí ha admitido haber «llorado mucho» por las «presiones económicas». Y es que aunque no haya estado «en la tele», sí ha estado trabajando, como series «haciendo cosas de fotografía en México» hace dos años. «Monté una productora e iba a Estados Unidos, hacía catering… He trabajado en todo lo que se ha podido que sea bueno», ha declarado.

Se refiere, claro, a su pasado en la revista Playboy. Aunque en España haría más tarde también algún Interviú, en la revista americana pasó un casting de 15.000 aspirantes y consiguió ser portada hasta en ocho ocasiones. «Nunca en la vida pensé que iba a salir desnuda en una revista, pero lo hice y nunca me arrepentí. Tengo una personalidad diferente, muy dura y drástica, y sé hasta dónde puedo llegar», ha dicho, así como que recuerda algo «increíble» vivir la mansión de Hugh Hefner a los 26 años.

«Venir de México, de la nada, a una supermansión con mujeres bellísimas y con todos los hombres de Hollywood…», ha recordado, así como ha recordado una anécdota con el magnate. «Para empezar, me llamaba Miss Armant, y me decía que cómo era posible que con esos pechos no estuviera desnuda en la mansión todo el tiempo», ha añadido, lo que le ha llevado a pronunciarse sobre los casos de acoso de otras modelos y las rumoreadas fiestas sexuales.

«Las fiestas eran impresionantes, pero yo nunca vi las orgías. A lo mejor las había… Eran fiestas de mucha categoría con gente muy guapa. Me imagino que, a lo mejor, después de las 4 o las 5 de la mañana, harían lo que fuera. Pero yo no me quedaba hasta tan tarde. Lo que viví fue lindo, bonito. Nunca vi nada raro ni tuve una mala experiencia», ha continuado.

Por último, se ha deshecho en elogios a su abuelo, que ha sido una ayuda importante en los últimos años, a pesar de haber vivido él mismo acusaciones en contra por abusos de poder. «Cuando mi madre estaba en el hospital lo llamé y, si no hubiera sido por él y su ayuda económica, ella no estaría cómo está hoy. Las clínicas que valen la pena son muy costosas», ha explicado, así como que tuvo muchas peleas con los psiquiatras porque su madre estaba mal diagnosticada, hasta que una amiga le abrió los ojos y le recomendó otra clínica y otra terapia para que dejase de tomar tantas pastillas.

Y ahí Plácido Domingo, su abuelo, le dijo que no se preocupase por el dinero. «Mi abuelo es grande, qué te puedo decir. Es un gentleman y de él solo puedo hablar bien y positivo. Lo bendigo todos los días y lo pongo en un pedestal. Solo me ha costado 35 años ganarme su cariño, pero lo estoy logrando. Lo vi en agosto, en Marbella, que fui con mi madre a verlo cantar. Está muy bien», ha finalizado.

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