Publicado: mayo 21, 2025, 12:30 pm
La «vida sobre ruedas» de Danna Ponce, que recorre distintos destinos en caravana junto a su pareja y sus hijos, ha generado un intenso debate en redes sociales sobre el derecho de los padres a decidir si sus hijos pueden faltar a clase para realizar viajes en familia, en un contexto en el que, a priori, la escolarización de los menores es obligatoria.
«Viajamos mucho y nos encanta esa forma de vida», señala la influencer, quien, ante el revuelo causado, ha compartido un vídeo en su perfil de Tiktok para aclarar todas las dudas al respecto. Así, y aunque subraya que sus dos hijos se encuentran escolarizados, la joven aboga por la libertad individual de los progenitores a la hora de educar a los menores:
«Son mis hijos y hago con ellos lo que quiero», apunta. Lejos de quedarse ahí, la exconcursante de Pesadilla en el paraíso lanza una reflexión sobre el escrutinio al que se ven sometidos los padres que, al igual que ella, no son tan «estrictos» con la educación de sus hijos y prefieren priorizar que los menores viajen en familia y descubran otras «cosas increíbles» que no les enseñan en el colegio.
«Tengo cero remordimientos y cero dudas de lo que estoy haciendo con mis hijos», confiesa Daniela, y añade: «La vida es solo una. Tienen toda la vida para estar en el colegio».
Aunque considera cada «opción» es válida, la creadora de contenido hace hincapié en que este estilo de vida menos convencional no ha afectado en el rendimiento económico de su hija mayor, de ocho años. De hecho, al contrario, pues, según cuenta, mientras disfruta de lo que les «apasiona», sigue obteniendo buenas calificaciones.
Por todo ello, Danna Ponce se reafirma en su postura sobre la educación de sus hijos, no sin antes puntualizar que, esta vez, las críticas surgieron a raíz de una escapada que realizaron durante el fin de semana. «Vamos a seguir viajando y mis hijos habrá veces en que seguirán faltando al colegio», concluye.
En un vídeo posterior, asimismo, la influencer ha dado más detalles sobre las razones que le llevan a viajar con tanta frecuencia acompañada de sus hijos. «No quiero vivir esperando que sean mayores porque nadie me garantiza que eso vaya a pasar», escribe Ponce. «Quiero que entiendan desde pequeños que pueden ser libres sin necesidad de vivir esperando que llegue el fin de semana durante el resto de su vida».