Publicado: noviembre 21, 2025, 5:30 pm
Aunque hay cierto consenso en que cada hogar establece sus propias normas de convivencia familiar, la influencer Danna Ponce ha decidido dar un paso al frente y compartir en redes sociales sus dudas respecto a una pauta de crianza que la mayoría de los progenitores da por sentada y que afecta a la educación de sus hijos.
En concreto, la exparticipante de Pesadilla en el Paraíso ha planteado el dilema que muchos padres enfrentan al llevar a sus hijos a clase cuando estos reaccionan con una rabieta o les hacen saber que no quieren ir. En su caso, y aunque asume que se trata de una decisión impopular, tiene muy claro cómo actuar: «Si mi hijo llora, no lo llevo al colegio».
Al inicio de su vídeo, que no ha tardado en hacerse viral, Ponce enseña el momento exacto en que su hijo Máximo, aseado y con el uniforme puesto, le comunica, visiblemente apenado, que no quiere ir a clase esa misma mañana. «Algo rarísimo en él porque siempre se pone muy contento por ir al cole», reconoce la influencer, poco antes de aceptar su petición.
Más tarde, Danna, quien actualmente está embarazada de su tercer hijo, retoma esta anécdota que vivió con su hijo para aclarar que se trata de una situación excepcional, ya que, según cuenta, tiene «la suerte de que tanto a Mía como a Máximo les encanta ir al colegio» y, por lo general, no debe lidiar con la posibilidad de que acudan a las puertas del colegio llorando.
«Sé que esto es algo que viven muchas familias y que debe de ser horrible porque no hay otra opción y te tienes que ir a trabajar y punto», admitía la influencer, identificándose como una madre «privilegiada» por trabajar desde casa de forma habitual y poder hacerse cargo de sus hijos sin sufrir mayores complicaciones.
Frente a quienes consideran que los menores podrían «acostumbrarse a llorar» cuando no quieran ir a clase, la creadora de contenido se mostró un tanto escéptica y, tomando como ejemplo a su hijo, señaló que esta actitud responde a una causa mayor. «Ya sea porque o bien se está poniendo malo, aunque no tiene pinta, o bien le ha pasado algo en el cole», dijo.
A pesar de que incluso su pareja, Xavi, sugiere que podría tratarse de un «cuento» o de una estrategia para evitar ir a clase, la influencer se mantuvo firme en su postura. «Si me puedo permitir que mi hijo no vaya un día al cole o que llegue una o dos horas más tarde, pues lo hago».
Como era de esperar, las primeras reacciones no tardaron en llegar a la plataforma de TikTok, y muchas de ellas apuntaron a que se trata de una práctica irresponsable que podría desencadenar problemas de conducta del menor en el futuro y que, además, supone una falta de asistencia «injustificable».
«La teoría de que te va a ‘chantajear’ llorando para no ir al cole la próxima vez no es una teoría: es psicología del aprendizaje adquirido. Si algo le funciona lo va a repetir. La educación de un niño no es negociable emocionalmente», expresó una internauta.
