Publicado: diciembre 9, 2025, 9:30 am
Con la Navidad a la vuelta de la esquina, muchas familias aprovechan la llegada del Puente de Diciembre para empezar a decorar sus hogares con las luces, los adornos y la magia de esta época. Para ello, uno de los gestos más simbólicos consiste en montar el árbol navideño, una tradición que, en el caso de Natalia Osona, se ha visto salpicada por la polémica.
Este domingo, la influencer compartió un vídeo a través de Instagram en el que enseñaba, muy ilusionada, cómo armaba y llenaba de adornos su enorme abeto nevado. «Yo ya cumplí mi deseo: que Pipa estuviera estas Navidades con nosotros», expresaba la madrileña en su post, en referencia al tumor cerebral que le detectaron a su mascota hace unas semanas.
En su vídeo, Osona se mostró acompañada de varias de sus mascotas, así como de su pareja y de Basi, su empleada del hogar, quienes la ayudaron durante todo el proceso. Precisamente, la colaboración de esta última fue el detonante de un intenso debate entre algunos usuarios, que criticaron esta inclusión como una forma de presumir de «nivel» o poder económico.
Ante este tipo de críticas negativas, la creadora de contenido subrayó en sus historias que «no hay ‘niveles’, sino que hay personas» y que, en tal sentido, todo el mundo merece respeto. «‘Demostrar poderío’ sería justo lo que insinúas: ocultar a alguien porque consideres que su trabajo te deja en un lugar inferior. Eso sí sería altivo y clasista», destacó Osona, en respuesta a uno de los comentarios que le dejaron en su post.
Lejos de quedarse ahí, la influencer destacó el lugar indispensable que ocupa su empleada del hogar, quien no solo ejercería un «trabajo muy digno», sino que además se habría convertido en su «segunda madre» y en un integrante más de la familia. «Esta es nuestra realidad: montamos el árbol todos juntos porque Basi es parte importantísima de nuestra casa», apunta.
«El respeto y el cariño se demuestran incluyendo, no escondiendo», agregó Osona en su alegato en defensa de las personas que «nos cuidan y nos acompañan en el día a día». Más tarde, la madrileña reapareció en sus redes y lanzó una reflexión en la que comparó a las trabajadoras del hogar con otras figuras como estilistas, maquilladores o managers.
Y es que, según ella, aunque está «normalizado» que las personalidades públicas muestren su día a día con estos miembros de su equipo, aún existen ciertos prejuicios en torno a la presencia de empleadas del hogar en redes sociales. «¿Será que para ciertas miradas hay profesiones que ‘quedan bien’ y otras que hay que esconder?», se pregunta la influencer, reivindicando que todos los empleos son «igual de dignos».
