Publicado: febrero 18, 2025, 11:00 pm
El tenis mundial atraviesa uno de sus partidos más críticos en tres sets de sentimientos: división, confusión y miedo.
Esto se debe a la reciente ola de casos por dopaje entre jugadores de alto ranking, principalmente Iga Swiatek y Jannik Sinner. Lo que detonó la bomba fue la resolución para el italiano, alterando opiniones entre el resto de jugadores en el mundo por protocolos de protección e impartición de justicia.
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Sinner aceptó tres meses de suspensión en el ATP Tour después de llegar a un acuerdo con la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés). La investigación inició en marzo de 2024 luego de que dio positivo en dos ocasiones a clostebol.
Jessica Pegula y Nick Kyrgios, tenistas activos de Estados Unidos y Australia, respectivamente, fueron de los más críticos al respecto. Cuestionaron si la sanción habría sido la misma para un jugador de menos ranking o renombre, tomando en cuenta que Jannik Sinner es el actual líder de la clasificación de ATP y campeón del Australian Open.
Más allá de quienes están a favor o en contra de dicha resolución, otros jugadores expresan confusión y miedo sobre cómo enfrentar el tema del dopaje desde sus trincheras.
“Tengo el sentimiento de que estoy extremadamente expuesto a accidentes que pueden pasar en términos de esto (dopaje), porque viajamos a cuatro o cinco continentes todo el año”, expresa a El Economista, Casper Ruud, actual número 5 del ranking mundial.
“Un ejemplo es que no puedes cocinar tu propia comida todo el tiempo, así que puedes comer algo que esté contaminado y por muchas semanas o meses no darte cuenta de dónde vino. Ya hubo muchos casos así”, describe el noruego, que se encuentra en México tras haber sido semifinalista en Ultimate Tennis Showdown (UTS) en Guadalajara y preparándose para el Abierto Mexicano (AMT) en Acapulco.
Adrian Mannarino, jugador francés que llegó a ser top 20 del mundo a inicios de 2024, opina: “Por supuesto esto es bueno para él (Sinner) porque será capaz de jugar pronto, pero estoy preocupado de que otro jugador que enfrente la misma situación pueda ser escuchado y tratado de la misma manera”.
La confusión deriva de los criterios y castigos de la WADA y del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). Un contraste claro está en la patinadora española Laura Barquero, quien también tuvo contacto no intencional con el clostebol y fue suspendida por seis años. Si bien se trata de otro deporte, la explicación del dopaje fue similar.
“Espero que de aquí en adelante todos puedan hablar con la WADA y si te dicen: ‘encontramos esto, son dos años de suspensión’, tú puedas responder: ‘no, quiero un mes’. Ojalá sea un precedente, de lo contrario, sería raro”, calificó el tenista ruso Daniil Medvedev hace unos días.
Este diario charló con Alain Lemaitre, entrenador del tenista mexicano Rodrigo Pacheco, sobre cómo debe abordarse el dopaje desde los jugadores y su staff técnico.
—¿Emite recomendaciones especiales a los tenistas para evitar este tipo de situaciones?
—“No, porque al final se trata de saber bien y exactamente qué es lo que estás tomando. Hay que estudiar, ir con un profesional, el preparador físico con el que estás debe decirte cuidado con lo que tiene doping. Hay que estar leyendo, todo mundo sabe qué es lo que se puede tomar y no. La lista está ahí y es bastante clara. Lo más importante es que todos se informen, no tiene nada de malo tomar suplementos porque hay unos que hacen muy bien y no dan negativo en el doping, pero hay que saber bien en dónde se compran, en qué laboratorios y todo eso”.
De acuerdo con el sitio oficial de la Agencia Internacional de Integridad de Tenis (ITIA), son cinco las categorías principales de drogas y sustancias prohibidas dentro de este deporte: esteroides/anabólicos, hormonas peptídicas, agonistas beta-2, estimulantes y diuréticos.
También hace una recomendación en el caso de suplementos: “Todo jugador que consuma un suplemento dietético lo hace por su propia cuenta y riesgo. Los que consuman suplementos pueden consumir inadvertidamente sustancias prohibidas y, por tanto, estar sujetos a sanciones en virtud del Programa Antidopaje del Tenis”.
Alain Lemaitre subraya el papel de los preparadores físicos en ese sentido, pero también la disciplina que debe tener el propio jugador para estudiar la lista completa de sustancias.
“Prácticamente todo el equipo debe saber la lista. Cuando ya estás compitiendo en Challengers (ATP) se hacen controles súper seguidos, casi todas las semanas. Todo el equipo debe saberlo, aunque normalmente el preparador físico está muy bien preparado. La gira es bastante chica, dentro de todo, entonces, la gente sabe qué sí y qué no, en general”.
Pero Casper Ruud, un experimentado con 23 finales disputadas en el ATP Tour, sigue manifestando inseguridad por todo lo que ha acontecido.
“Lo único que nos queda es ser extremadamente cuidadosos. Las reglas de WADA son nuestra responsabilidad como deportistas, saber qué es lo que vas a poner en tu cuerpo, pero en algunos casos estás extremadamente expuesto. Qué puedes hacer ante esos casos, como los alimentos o medicamentos prescritos. Esto es muy difícil para los deportistas, particularmente para deportes individuales y para quienes no viajan con su propio cocinero o doctor. Estás en diferentes países todo el tiempo, así que me siento muy expuesto”.
Andre Agassi, Richard Gasquet, Marin Cilic, Maria Sharapova, Martina Hingis, Barbora Strycova y Simona Halep son algunas de las personalidades más fuertes de años recientes que fueron suspendidos por ATP o WTA por casos de dopaje.
—¿Consideras que hay algo que se puede cambiar desde los jugadores y entrenadores para evitar más casos?
“Es un tema muy complicado y difícil de decir sobre lo que se debería de cambiar o no. Todos conocemos las reglas, obviamente, y todos hacemos muchísimos esfuerzos para no romperlas. De mi parte siento que lo hago y veo que otros jugadores también, así que no sé cómo evitar este tipo de situaciones”, responde con voz dudosa Adrian Mannarino.
Casper Ruud, por su parte, menciona: “Cuando pienso en recomendaciones, lo único que puedo decir es que hay que ser lo más cuidadosos posibles, pero también hay un límite. Cuando vas a un restaurante en cualquier lugar o con algún medico, esto puede pasar. Esta es la parte que más me da miedo, sé que no debemos pensar en eso todo el tiempo, pero tenemos que ser extremadamente cuidadosos”.