Publicado: abril 27, 2025, 11:50 am

En 2017, Christina e Ian Lacey decidieron arriesgarse y dejar sus carreras estables para convertir su afición en un pequeño negocio.
Por CNN
El riesgo y el trabajo duro dieron sus frutos. La pareja de Denver puso en marcha Retuned Jewelry desde su casa y ha obtenido unos beneficios impresionantes: un promedio de US$ 360.000 en ventas anuales, la mayoría de las cuales proceden de frecuentar festivales de música y arte.
Christina, exauxiliar de odontología, e Ian, que antes trabajaba en informática, transforman a mano cuerdas de guitarra y bajo donadas en pendientes, collares y pulseras.
“Hemos trabajado 24 horas al día, 7 días a la semana”, explica Christina a CNN. “Es nuestro bebé. Nos hemos agotado para mantenerlo vivo”.
Sin embargo, el arduo trabajo podría quedar en el olvido debido a los aranceles del 145 % impuestos por el presidente Donald Trump a las importaciones chinas, que representaron casi US$ 440.000 millones en bienes para Estados Unidos en 2024. Si bien las empresas de todos los tamaños se ven afectadas por los aranceles, las operaciones más pequeñas, como Retuned Jewelry, están más expuestas, según John Arensmeyer, fundador y director ejecutivo de Small Business Majority, un grupo de defensa que representa a una red de 85.000 pequeñas empresas.
De acuerdo con Arensmeyer, las pequeñas empresas tendrán que subir los precios, recortar personal, retrasar sus planes de crecimiento o cerrar por completo para poder hacer frente a los crecientes costos de las importaciones que no pueden adquirir en el mercado nacional.
“Las pequeñas empresas tienen márgenes más estrechos y menos influencia para negociar con los proveedores”, dijo Arensmeyer a CNN.
Los Lacey utilizan cuerdas gratuitas que, de otro modo, acabarían en la basura, pero el resto de los materiales —perlas, cadenas, cierres y ganchos— proceden de China. Ian dice que han intentado buscar materiales en el país, pero que esos productos no se fabrican en Estados Unidos.
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