Publicado: mayo 24, 2025, 6:29 pm
En Estados Unidos, la gran empresa ya no se limita a producir bienes o maximizar beneficios. Ahora también se pronuncia sobre el cambio climático, la discriminación racial, el aborto, los derechos de voto o la identidad de género. No siempre lo hace por convicción, ni siquiera por presión directa de sus empleados o clientes. Lo hace, cada vez más, porque sus accionistas —o, más precisamente, los gestores de fondos que las controlan— esperan que lo haga. Y eso está cambiando el papel público de las grandes empresas. Un estudio publicado por Harvard Business School, firmado por William Cassidy y Elisabeth Kempf, ha medido de forma sistemática la aparición del discurso partidista en las redes sociales corporativas de las empresas del… Ver Más