Publicado: marzo 5, 2025, 11:30 pm
Grecia se paralizó casi por completo el pasado viernes con una huelga general que dio paso a una gran manifestación este miércoles. Miles de griegos salieron a la calle para protestar contra el Gobierno en una protesta que incluso acabó en cargas. La principal causa de tanto malestar es una tragedia ferroviaria que hace dos años le costó la vida a más de medio centenar de personas. Queda lejos, pero está poniendo contra las cuerdas al Gobierno del primer ministro, Kyriakos Mitsotakis.
Εl 28 de febrero de 2023 un tren de mercancías chocó frontalmente con otro de pasajeros cerca de la localidad de Tempe, causando la muerte de 57 personas, en un tramo de vía que carecía de sistemas automatizados de seguridad. Es la peor tragedia ferroviaria del país. Los griegos piden Justicia.
Huelga general, ¿por qué?
La colisión se produjo en la línea Atenas-Salónica, cuando un tren interurbano abarrotado de estudiantes chocó de frente con un tren de mercancías en el desfiladero de Tempe. Dos años después del accidente, muchos ciudadanos creen que el Gobierno del conservador Mitsotakis (elegido en julio de 2019), sigue tratando de encubrir sus responsabilidades en el caso.
La oposición y gran parte de la sociedad civil califican la tragedia de Tempe como un «crimen». Por todo ello, los principales sindicatos de Grecia convocaron para este pasado viernes una huelga general de 24 horas. Se sumaron a ella los marineros, los trabajadores ferroviarios y los controladores aéreos. El país amaneció totalmente paralizado y hubo protestas en 350 ciudades y pueblos. Aunque a esta se sucedieron las protestas.
Manifestación histórica en Atenas
La Policía griega cargaba este miércoles contra una multitud de manifestantes que se congregaron en los alrededores del Parlamento de Atenas para pedir justicia. Los manifestantes, que se desplegaron a lo largo de la Plaza Sintagma, lanzaron gases lacrimógenos contra los agentes y quemaron mobiliario urbano. Las protestas también se replicaron en otros puntos del país.
Antes, el pasado viernes, la Plaza Sintagma acogía a unas 200.000 personas, según la Policía, y 500.000 según los convocantes. Exigían al Gobierno de conservador de Mitsotakis lo mismo: que se haga justicia por la tragedia, en una de las mayores protestas en la historia del país. «Grecia está matando a sus niños», se leía en un cartel colocado delante del Parlamento.
Muchos medios de comunicación aseguran que el número de participantes fue muy superior al comunicado oficialmente. El diario Efsyn habló de la «mayor manifestación en la historia de Grecia». Al inicio de la manifestación frente al Parlamento se leyeron los nombres y las edades de todas las víctimas, muchas de ellas jóvenes. A continuación se guardó un minuto de silencio en presencia de los familiares de las víctimas.
Cómo la protesta pacífica acabó en disturbios
Aunque este miércoles hubo cargas, el viernes la movilización pacífica también comenzó a verse alterada cuando un grupo de enmascarados lanzó cócteles molotov y piedras contra los agentes que custodiaban el Parlamento griego. Tras este incidente, los enfrentamientos entre grupos de manifestantes y agentes de policía empezaron a expandirse y registrarse en varias calles y puntos céntricos de la capital.
Los altercados en la plaza Syntagma comenzaron cuando aún quedaban en la plaza miles de manifestantes pacíficos, que trataban de alejarse. Lo hacían porque la Policía antidisturbios comenzó a usar gases lacrimógenos. Los servicios sanitarios tuvieron que atender directamente frente al Parlamento a unas 40 personas. Además, un centenar de personas fueron detenidas.
En Panepistimíu, una de las principales calles del centro, un grupo de personas incendió contenedores de basura y levantó barricadas. También hubo disturbios en Patras y Salónica, la segunda ciudad del país, donde al menos quince personas fueron detenidas.
Por qué la gente pide Justicia
Los griegos se muestran enormemente indignados. Dos años después del terrible accidente ferroviario, tienen una sensación de encubrimiento: ningún funcionario u organismo estatal ha rendido cuentas. Además, la justicia griega es tan lenta (le faltan recursos) que aún no se ha celebrado juicio alguno.
Un informe reveló la posible presencia de una sustancia desconocida y altamente inflamable en el lugar del accidente. Ese dato aumenta las sospechas de que el tren de mercancías transportaba sustancias químicas explosivas ilegales cuando chocó con otro de pasajeros cerca de la localidad de Tempe. Al tiempo, crece la preocupación por la ocultación deliberada de pruebas clave.
Lo que la investigación ha desvelado
El documento destaca la falta de «respeto y orden» mostrada por los funcionarios al optar por limpiar el lugar del accidente, lo que, según ellos, habría «provocado la pérdida de pruebas». Se espera que los investigadores judiciales llamen a declarar a nuevos testigos esta semana.
En enero se filtraron grabaciones de audio del interior del tren. En ellas se escuchaban las últimas palabras de una joven. «No tengo oxígeno», dice en una llamada a los servicios de emergencia. Se confirmaría así que algunas personas que habían sobrevivido al impacto de los trenes habrían muerto asfixiadas o quemadas por la enorme explosión y la bola de fuego que arrasó los vagones.
El Gobierno promete modernizar los trenes
Dos días después de las masivas manifestaciones, el primer ministro griego reconoció que no se había hecho lo suficiente para construir un sistema de transporte «seguro y moderno». Mitsotakis promete modernizar los ferrocarriles del país. En concreto, se comprometió a que la línea Atenas-Salónica cumpla unas normas de seguridad estrictas para 2027. «Es un compromiso personal», dijo.
«Nuestras infraestructuras deben modernizarse y hacerse seguras, porque lo que se ha hecho en los últimos años simplemente no es suficiente», dijo el conservador en un discurso semanal, esta vez dedicado exclusivamente a la catástrofe de Tempe. Mitsotakis instó a los ciudadanos a confiar en el proceso judicial.
Entona medio mea culpa porque el primer ministro está seriamente asediado. Tras las enormes protestas, su Ejecutivo se prepara para una moción de censura. Los partidos de la oposición están decididos a mantener la presión.
Algo más que una tragedia ferroviaria
Según los sondeos de opinión, la gran mayoría de los griegos cree que el Gobierno está intentando encubrir lo que realmente ocurrió, y quién tuvo realmente la culpa. Las encuestas muestran que la población ha perdido la confianza en el sistema judicial de su país, mientras el Ejecutivo niega haber cometido delito alguno.
En el fondo, las protestas van mucho más allá de la propia catástrofe ferroviaria, asegura Politico. En medio de una atmósfera de culpa, recriminación y sospecha de que el gobierno no está siendo honesto con sus ciudadanos, Mitsotakis se enfrenta a su mayor desafío desde que asumió el cargo en 2019.
