Publicado: septiembre 2, 2025, 2:00 am
Los periodos de descanso son necesarios para desconectar cuerpo y mente y volver a rendir en nuestro trabajo en el nivel habitual. No obstante, la realidad es que el periodo de readaptación a nuestro ritmo usual puede resultarnos muy dificultoso y, en ocasiones, genera el temido síndrome postvacacional.
Ya sea en la playa o en la montaña, con amigos o en familia, de relax o repleto de intensas aventuras, cuando el paréntesis vacacional se acaba podemos padecer de irritabilidad o alteraciones en nuestro sueño, entre otros síntomas. Laura Güemes Robles, psicóloga de Quirónprevención ofrece las claves para retomar la rutina y las obligaciones laborales y superar un síndrome que se manifiesta en personas de cualquier edad.
Es importante considerar que este síndrome postvacacional no está clasificado como un trastorno clínico, sino como una reacción emocional y física de adaptación en personas que han desconectado de su rutina habitual. Debemos entenderlo como un proceso normal de reajuste, similar a la adaptación a un nuevo trabajo, y validar estas sensaciones sin dramatizarlas.
Vuelta ligera
Aunque estos síntomas suelen remitir en unos días sin necesidad de intervención, existen estrategias que nos pueden ayudar a prevenir su aparición o para que el periodo de tiempo en el que se presenten en el trabajador sea mucho menor.
El primero de los consejos que ofrece la especialista de Quirónprevención es evitar volver de vacaciones justo el día anterior a la reincorporación al trabajo, no solo para poner en orden las maletas, también para prepararte mentalmente para la vuelta a la rutina asociada a tu puesto de trabajo.
Respeta tu sueño
A causa de los trayectos, especialmente los que realizamos en avión, solemos alterar tanto los horarios de vigilia como las horas de sueño. Los expertos recomiendan empezar a dormir 8 horas un par de días antes de la vuelta al trabajo.
Solemos alterar tanto los horarios de vigilia como las horas de sueño
Recuperar la rutina de descanso es primordial. Para ello, debemos procurar regularizar de nuevo el ritmo de sueño, puesto que una alteración prolongada del mismo no solo afecta a nuestro rendimiento laboral, también tiene una incidencia notable en nuestra salud general.
Mantén una vida sana
Una vez recuperado tu ritmo de sueño y tus energías, es esencial que al regresar del trabajo podamos dedicar una parte de nuestro tiempo a actividades deportivas o de ocio para sobrellevar el agobio de los primeros días. Además, el deporte libera endorfinas, las hormonas encargadas de proporcionar una sensación de optimismo y bienestar.
Asimismo, es clave que para nuestra vuelta al ritmo laboral evitemos consumir alcohol. Se trata de un depresor para el sistema nervioso que puede agudizar los síntomas del síndrome postvacacional. Tampoco se recomienda optar por el café u otras bebidas estimulantes, puesto que pueden aumentar la sensación de ansiedad y estrés.
Pensamientos positivos
Muchos de los trabajadores tienden a acumular pensamientos negativos una vez ven finalizadas sus vacaciones. También es común que los primeros días sean estresantes al tener que enfrentarse a todas las tareas acumuladas durante el periodo de descanso. Esos momentos de agobio, naturalmente, provocan una sensación de falta de control y un incremento de la ansiedad.
Los momentos de agobio provocan una sensación de falta de control
Ante estos sentimientos, esta experta de Quirónprevención sugiere que nos tomemos pequeños descansos de cinco minutos y que, al terminar la jornada, hagamos un repaso de todas las actividades que sí nos ha dado tiempo a completar para valorar nuestro esfuerzo como se merece. De esta forma, conseguiremos el ansiado equilibrio entre disfrutar de nuestras vacaciones, descansar bien y volver motivados a nuestros quehaceres.
¿Y si trabajo desde casa?
El auge del teletrabajo ha cambiado por completo la forma en que vivimos la vuelta a la rutina. Muchas veces, la línea entre el descanso y las obligaciones se desdibuja, y eso puede hacer que reengancharse tras las vacaciones resulte aún más difícil.
Si trabajas desde casa, es fundamental que recuperes el control sobre tu entorno: organiza tu espacio, define bien tus horarios y evita empezar con tareas exigentes o reuniones intensas el primer día. Además, si te cuesta concentrarte, cambia de escenario: una biblioteca o una cafetería pueden ayudarte a dejar atrás las distracciones del hogar.
Recuerda: es normal que al principio te sientas más lento o disperso. No lo interpretes como falta de motivación, sino como una respuesta natural a la transición. Con pequeñas acciones, puedes reducir el malestar y recuperar tu ritmo sin presión.