Publicado: julio 21, 2025, 9:00 am

A pocos días de la nueva farsa electoral del 27 de julio, la actual alcaldesa del municipio Libertador, Carmen Meléndez, parece haber recordado de golpe todo lo que no hizo en casi cuatro años de gestión: calles intransitables, basura acumulada, aceras destruidas y comunidades enteras sin agua.
Por lapatilla.com
En un recorrido realizado por el equipo de LaPatilla por varias parroquias de Caracas, se constató que en las últimas semanas brigadas municipales han sido desplegadas en operativos express de asfaltado, pintura de brocales y limpieza superficial, todo a la luz del día y en horas de alto tránsito vehicular, lo que ha generado más caos que soluciones.
“Tuvieron años para hacerlo, pero justo ahora tapan huecos, pintan brocales y recogen basura. Es evidente que es por las elecciones”, comentó un conductor atrapado en el tráfico de La Paz.

“Lo que hacen es obstaculizar el paso y generar más colas. ¿Por qué no trabajan de noche, cuando hay menos movilidad?”, reclamó una transeúnte.
Estas “obras relámpago” ocurren mientras muchas parroquias de la capital enfrentan graves fallas en el suministro de agua potable. Zonas como La Vega, Catia, El Junquito, El Valle, San Pedro, La Pastora, entre otras, han pasado hasta más de 15 días sin una gota en las tuberías, obligando a cientos de familias a cargar tobos o pagar cisternas privadas.
“Pintan brocales, pero no resuelven el agua. ¿Qué clase de prioridad es esa?”, dijo una vecina de Coche.

A pesar del evidente deterioro de la ciudad, Meléndez no ha dudado en lanzar promesas para su reelección. Durante un volanteo transmitido por Venezolana de Televisión (VTV), declaró:
“Nosotros hoy, en este volanteo en Caracas, vamos trabajando con nuestra gente, y presentamos lo que va a ser el plan de Gobierno, las transformaciones de Caracas y consolidar el trabajo, porque nosotros podemos decir que hemos hecho mucho, pero falta mucho por hacer y uno mismo no está conforme con lo que ha hecho”.

Una frase que, para los ciudadanos, llega demasiado tarde.
La capital venezolana ha estado sumida en el abandono durante toda la gestión de Meléndez. Solo ahora, con la farsa electoral del chavismo a la vuelta de la esquina, el oficialismo parece recordar que existe una ciudad que clama por atención.
Pero los huecos que hoy se tapan a la carrera, no borran los años de desidia. Y los brocales recién pintados no disimulan el fracaso de una gestión que se maquilló a última hora para intentar sobrevivir políticamente.