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Carles Tamayo se inventa un estudio sobre el cannabis evidentemente falso y logra publicarlo en tres revistas científicas

Publicado: mayo 27, 2025, 9:30 am

«Cualquiera con 80 dólares y un documento en inglés técnico puede publicar lo que quiera» en determinadas revistas científicas, defiende Carles Tamayo, youtuber y periodista de investigación, tras demostrar cómo ha logrado que tres publicaciones compartan un estudio que se ha inventado, sin verificar los datos e incluso aunque en el propio documento indica que es falso.

Así lo compartió el pasado jueves en Futuro imperfecto, programa de Andreu Buenafuente en el que colabora, y recientemente en su canal de YouTube, donde mostró su falso estudio titulado The Perceived Effect of Cannabis Use on Penile Growth in Humans (El efecto percibido del consumo de cannabis en el crecimiento del pene en humanos).

Según relató el también cineasta, envió, previo pago de una tarifa, su investigación ficticia a varias revistas y fue aceptado por seis de ellas. Finalmente, tres de ellas lo publicaron y demostraron, de este modo, que no verificaron ningún dato y es posible que ni siquiera lo leyeran.

Y es que este estudio, escrito en inglés, tenía surrealistas afirmaciones como: se usó el testimonio de 10.000 hombres jóvenes de El Palmar de Troya, municipio sevillano cuya población no supera los 2.400 habitantes; y, de estos sujetos, los que fumaban marihuana a diario experimentaban un aumento de su pene de 2,54 centímetros, pero el crecimiento era mayor si, en lugar de comprar la droga con dinero, se pagaba con cromos de Dragon Ball.

Esta no era la única inconsistencia de la investigación, pues citaba a centros educativos como la Universidad Central de Charlatanería de Cochabamba y la Universidad de Jerbos Independientes de Siberia, representada por dos jerbos (un tipo de roedor) llamados Wilfred y Richmond, los cuales también aparecían como coautores del documento.

Pero tampoco había que hacer una verificación muy exhaustiva para percatarse de que el estudio era falso, pues el propio texto así lo indicaba literalmente: «Los datos de este artículo han sido falsificados, ya que nuestros encuestados son producto de nuestra imaginación«.

Aun así, revistas como Clinical Medical o la International Multispeciality Journal of Health lo compartieron, algo con lo que Carles Tamayo quería evidenciar que hay multitud de portales que dicen ser científicos y en realidad son un negocio en el que, previo pago, puedes publicar fake news.

De hecho, en YouTube, Carles Tamayo apuntó que, de este modo, «organizaciones como ICEERS blanquean el consumo de ciertas sustancias con estudios financiados por empresas interesadas».

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