Publicado: marzo 18, 2025, 8:30 pm
Ana García Obregón nació en el seno de una familia acomodada en Madrid el 18 de marzo de 1950. O al menos, eso dicen las crónicas, porque la edad de quien se convirtió en actriz, al tiempo que estudiaba Biología, ha sido siempre una incógnita nunca bien despejada.
Su padre, un exitoso y millonario arquitecto y constructor llamado Antonio y su madre, Ana, tuvieron en total cinco hijos, incluyendo a la actriz: Juan Antonio, Amalia, Celia, Javier. La alegre Ana se convertiría de largo en el personaje más famoso de la familia, aun cuando una de sus hermanas estuvo casada con el coreógrafo Giorgio Aresu, muy célebre en los años 70, y su hermano Javier también pasó por el altar con una modelo top en viejos tiempos, Paloma Lago.
La vida de Ana Obregón, que ha presentado programas (¿Qué apostamos?), concursos, las campanadas y ha hecho series de éxito como Ana y los 7 y Hostal Royal Manzanares (entre muchas) tiene un antes y un después muy claro: la muerte de su único hijo, Aless, en 2020, a los 27 años de un cáncer.
Hasta ese día, Ana era la imagen de la espontaneidad, la vitalidad, el optimismo, la esperanza y el deseo de vivir. Eso, a pesar de una enfermedad que sufrió con 13 años y de fracasos personales como su ruptura (por infidelidad de él) con el padre de su hijo, el conde Lequio, y otras sonadas también pero menores por su trascendencia (el futbolista Davor Suker, el polaco Darek, el actor Miky Molina…).
Antes de Lequio Ana salió con el no menos famoso Miguel Bosé, pero fue la muerte del baloncestista Fernando Martín en un accidente de tráfico, la que la marcó para siempre.
A partir de allí, la muerte se asomaría pocas veces más en su senda, pero lo haría de manera trágica y cruel. El adiós a su hijo, además, en plena pandemia, fue seguido por el de sus padres de manera casi inmediata: primero se fue su madre y luego su padre, al que Ana estaba muy unida. Demasiado dolor concentrado.
Pero antes de esto, ¿por qué consiguió Ana Obregón hacerse un hueco en el mundo de las celebridades? Ana colgó varios títulos, el de Biología, Piano y Arte dramático, para irse a trabajar a Londres de modelo.
A partir de allí, su físico esbelto le abrió las puertas del cine. Ha actuado en decenas de películas, no solo en España, sino en Francia, Italia y
EE UU, aunque la televisión ha sido su verdadero santuario. Lo penúltimo que ha hecho fue participar en Mask Singer y ser colaboradora de Y ahora Sonsoles.
La salvación de Ana tras el varapalo por la marcha de su hijo, fue el nacimiento de su nieta, Ana Sandra (que cumplió el pasado día 13 dos años) por gestación subrogada en Miami gracias a la donación de su hijo y a una gestante de alquiler.
La llegada de la niña, de quien se considera abuela y madre y cuyo futuro ha confiado a su sobrina Celia, de 33 años, ha sido un paliativo en el castigo que le infligió la vida. En la pequeña ha concentrado todos sus empeños personales.
También en sus hermanos, la guardia pretoriana que cuida de ella sin desfallecer, en su íntimo amigo Ra (Raúl Castillo), relaciones públicas y exmodelo, que no la deja ni a sol ni a sombra, y en Susana Uribarri, su representante y la primera persona que conoció a Ana Sandra.
La Fundación Aless Lequio, que trabaja para encontrar dinero con que sufragar tratamientos contra el cáncer, ocupa también buena parte de su tiempo. A ella destinó los beneficios del libro que inició su hijo mientras estaba enfermo, El chico de las musarañas (Harper Collins), y que concluyó ella.