Publicado: mayo 25, 2025, 2:00 am
Algo tan sencillo y accesible en España como salir a pasear cada día, a paso ligero, puede tener consecuencias muy positivas para conseguir una vida más saludable. Desde fortalecer el corazón hasta perder esos kilos de más, o mejorar la salud ósea y el ánimo, caminar es una actividad física que recomiendan especialmente los expertos.
Eso sí, la gran duda surge cuando nos planteamos, en el caso de querer adelgazar, si es más apropiado caminar deprisa recorriendo una corta distancia, o por el contrario es más recomendable andar una distancia larga a un paso más tranquilo. Para responder. esta pregunta, los expertos proponen un plan concreto que todos podemos llevar a cabo.
Andar, la actividad física en la que todo son beneficios
Como explican desde Clínica Mayo, cuando se habla de la práctica de algún tipo de deporte, pero sobre todo si nos centramos en andar cada día, todo son beneficios para la salud. «Caminar a paso ligero con regularidad puede ayudarnos a mantener un peso saludable y perder grasa corporal; prevenir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares; controlar la hipertensión arterial, el cáncer y la diabetes tipo 2; fortalecer los huesos y la musculatura…»
Pero aún hay más. Caminar largas distancias «mejora la resistencia; aumenta los niveles de energía; favorece el ánimo, la cognición, la memoria y el sueño; y refuerza el sistema inmunitario. Cuanto más rápido, más lejos y con más frecuencia camines, mayores serán los beneficios, sin duda».
En cuanto a los preparativos, fundamental llevar el calzado adecuado, y ropa cómoda y transpirable, además de planificar la ruta para evitar desagradables sorpresas. Una vez estamos listos, si nuestro objetivo es perder peso, los expertos recomiendan establecer un plan mixto. ¿En qué consiste?
Andar más despacio, pero más distancia, aumentará la resistencia
Cuando los expertos hablan de caminar distancias largas no se refieren a un paseo tranquilo, sino a una velocidad mínima para conseguir los beneficios saludables de los que hablamos. Una cosa es que no vayamos corriendo, y otra que no intentemos un paso ligero.
El paso correcto en las distancias largas será aquel en el que sentimos que nuestro ritmo cardíaco aumenta (aunque, obviamente, las frecuencias cardiacas van a variar según la edad), pero de forma progresiva y sin forzar. Un ‘síntoma’ claro de que lo estamos haciendo bien es que, al finalizar, hayamos sudado.
La gran ventaja añadida de las caminatas largas es que con ellas conseguimos aumentar la resistencia, que es la forma en la que el corazón ‘se acostumbra’ al esfuerzo sin sobrecargarse durante un largo periodo de tiempo. En la población adulta, según se va envejeciendo, resulta mucho más recomendable caminar mucho tiempo a un ritmo más lento para obtener los mismos beneficios.
Caminar rápido en distancias cortas beneficia la salud cardiovascular
Al aumentar la intensidad del paso al caminar, el corazón precisa de un mayor esfuerzo. En estas circunstancias aumenta la frecuencia cardíaca, estimulando la respuesta cardiovascular desde el momento en que el corazón bombea sangre por todo el cuerpo con mayor fluidez. Gracias a ello, la musculatura mejora la forma en que utiliza el oxígeno, lo que la hace más eficiente y receptiva al ejercicio posterior.
Al despertar esa capacidad para recibir el ejercicio más intenso, el metabolismo será más rápido también, ayudando a quemar calorías y grasa de una manera más eficiente. Sin embargo, a pesar de que ambas opciones de caminata tienen sus propios beneficios para adelgazar, los expertos ponen el foco en la idoneidad de combinar ambas técnicas.
A pesar de que la pérdida de peso no puede reducirse a la manera y la distancia en la que caminamos (entran en juego muchos otros factores como el estilo de vida o la dieta), sí podemos acelerarlo combinando paseos cortos y rápidos con otros más tranquilos y largos. Alternar cinco minutos de caminata lenta, con uno de alta intensidad, y así sucesivamente, va a facilitar la pérdida de peso. ¿Lo ideal? Ir aumentando progresivamente la marcha.
