Publicado: abril 14, 2025, 1:30 pm
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha afirmado este lunes durante una reunión con su homólogo estadounidense, Donald Trump, que descarta devolver a Estados Unidos al migrante salvadoreño que fue enviado a la megacárcel del país centroamericano porque, dijo, es un «terrorista». Esto ha sucedido después de que el Tribunal Supremo estadounidense ordenara el pasado jueves el regreso a EEUU de Kilmar Ábrego García, quien fue enviado al Centro de Confinamiento para el Terroristo (Cecot) de El Salvador a pesar de que contaba con una orden judicial contra su deportación.
«Por supuesto que no voy a hacerlo. ¿Cómo voy a enviar a un terrorista a Estados Unidos?», ha respondido el mandatario salvadoreño al ser cuestionado por la prensa en el Despacho Oval. «No lo voy a liberar. No nos gusta liberar a terroristas en nuestro país«, ha agregado Bukele, quien dijo que su país acaba de convertirse en el más seguro del continente y que si liberaba a «criminales» volvería a convertirse en «la capital mundial de los asesinatos».
Previamente, en la misma reunión y preguntada por el propio Trump, la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, ha apuntado que el retorno de Ábrego García no depende del Gobierno estadounidense si no del salvadoreño, puesto que esa persona se encuentra ahora bajo su custodia. «Eso es cosa de El Salvador si lo quieren devolver, eso no nos toca a nosotros», ha afirmado Bondi.
La fiscal ha sostenido que si el Gobierno salvadoreño decidiera devolver a Ábrego García, Estados Unidos pondría las «facilidades» para su regreso, en cumplimiento de la orden del Supremo. No obstante ha matizado que Ábrego García, quien no tiene antecedentes penales en Estados Unidos, es un miembro de la Mara Salvatrucha (MS-19) y que vivía «ilegalmente» en Estados Unidos desde 2019.
Tras sellar un contrato que implica una prestación de 6 millones de dólares por parte de Washington y del que se desconocen muchos detalles, El Salvador ha permitido el uso de su prisión de máxima seguridad, el Cecot, para albergar a supuestos miembros de las pandillas Tren de Aragua y MS-13 expulsados de Estados Unidos. El 15 de marzo, la Administración de Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros para deportar al Cecot a 238 venezolanos y 23 salvadoreños, entre ellos Kilmar Ábrego García.