La presidencia húngara por turno del Consejo de la UE, que termina con el año, ha resultado fallida. El lema ‘Hacer que Europa vuelva a ser grande’, enarbolado por Viktor Orbán parafraseando a Donald Trump , no ha sido seguido, sino boicoteado por los socios europeos, y las constantes iniciativas unilaterales y prorrusas del presidente de Hungría han terminado en sí mismas. A partir de mañana, fecha en que toma el relevo Polonia, se espera que el Consejo recupere la normalidad. El primer ministro polaco, Donald Tusk , asume, sin embargo, el puesto condicionado por unas elecciones presidenciales que se celebrarán en mayo y que no le permiten alardes en materia migratoria y climática, por lo que centrará el semestre… Ver Más