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El Banco de Inglaterra (BoE, por su sigla en inglés) mantuvo ayer su tasa de interés clave en 4.75%, decidiendo no recortarla mientras la inflación en Reino Unido vuelve a aumentar.
“Hemos mantenido las tasas de interés luego de los dos recortes desde el verano”, dijo el gobernador del BoE, Andrew Bailey.
“Necesitamos asegurarnos de cumplir con el objetivo de inflación de 2% de manera sostenida”, agregó después de una reunión de política monetaria y después de que los datos oficiales de esta semana mostraran que la inflación anual del Reino Unido aumentó a 2.6 por ciento.
La ministra de Finanzas británica, Rachel Reeves, dijo que apoyaba el último llamado del BoE a pesar de la presión que ejerce sobre los británicos.
Si el Banco de Inglaterra hubiera reducido su tasa, los bancos minoristas probablemente habrían seguido su ejemplo reduciendo los costos de los préstamos hipotecarios.
“Sé que las familias todavía están luchando con los altos costos (…) Queremos poner más dinero en los bolsillos de los trabajadores, pero eso sólo es posible si la inflación es estable y apoyo plenamente al Banco de Inglaterra para lograrlo”, dijo Reeves ayer.
Bailey se unió a otros cinco responsables políticos que votaron a favor de no realizar cambios, mientras que los tres restantes pidieron un recorte de 0.25 puntos porcentuales, ya que destacaron “la lenta demanda y el debilitamiento del mercado laboral”.
“El BoE está emitiendo las mismas notas discordantes de cautela que la Reserva Federal”, señaló Susannah Streeter, directora de dinero y mercados de Hargreaves Lansdown.
“La orientación que dio la Fed de sólo dos recortes más de las tasas de interés el próximo año generó nerviosismo y la decisión del banco no ha contribuido a generar mucho ánimo”.
El aumento adicional de la inflación en noviembre es un golpe más para el gobierno laborista, que ha visto fracasar sus esfuerzos por hacer crecer la economía desde que llegó al poder en julio.
El BoE redujo su tasa de interés clave en agosto por primera vez desde inicios del 2020, desde un máximo de 16 años de 5.25% mientras la inflación de Reino Unido volvía a niveles normales.
El mes pasado se redujo aún más, mientras que los analistas pronosticaron que la próxima reducción ocurrirá en febrero.
Los principales bancos centrales comenzaron este año a recortar las tasas de interés que se habían aumentado en un esfuerzo por controlar la inflación.
Innecesario estimular crecimiento
El Banco Central Europeo debe seguir recortando las tasas de interés en pequeños incrementos y no es necesario relajar la política monetaria hasta un nivel que empiece a estimular el crecimiento económico, afirmó ayer el responsable de política monetaria y gobernador del Banco Central de Chipre, Christodoulos Patsalides.
El BCE ha estado relajando su política monetaria este año y el debate se centra ahora en la rapidez y el alcance del recorte de tasa, ya que los temores inflacionistas, en gran medida, se han evaporado y el crecimiento sigue siendo anémico.
“Personalmente, prefiero pequeños ajustes en un proceso gradual a grandes recortes de réditos”, dijo Patsalides a Reuters.
“Dado el elevado nivel de incertidumbre en ambas direcciones, debemos mantenernos vigilantes y ser cautos”, afirmó.
“Tampoco queremos sorprender a los mercados y dar señales equivocadas”.
Algunos dirigentes monetarios, en su mayoría del sur del bloque monetario de 20 países, abogaron la semana pasada por un recorte de tipos de 50 puntos base, pero Patsalides dijo que tal medida exigiría que la inflación cayera por debajo del objetivo de 2% del BCE de forma duradera, lo que no se espera ahora.
“No veo que la inflación por debajo del objetivo persista durante mucho tiempo”, afirmó Patsalides, economista doctorado con experiencia tanto en banca comercial como central.
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