Publicado: septiembre 24, 2025, 12:00 pm
«Estoy presto para presentarme cuando sea el llamado. Tenemos que salir a defender la patria».
Edith Perales, de 68 años, es uno de los miles de milicianos en Venezuela que han sido activados por el gobierno de Nicolás Maduro ante lo que el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, ha calificado como una «guerra no declarada» de Estados Unidos .
Por Nicole Koster | BBC Mundo
Perales reside en el 23 de Enero, un barrio de Caracas que tradicionalmente fue bastión del chavismo. Tiene su uniforme y botas listas para defender su bastión en caso de una emergencia o una «invasión» de EEUU a Venezuela.
Forma parte de la Milicia Nacional Bolivariana, un cuerpo castrense compuesto por civiles que fue creado en 2009 durante el mandato del fallecido Hugo Chávez (1999-2013) y al que apela ahora el gobierno de Maduro ante lo que considera como una «amenaza militar».
En las últimas semanas Estados Unidos posicionó un contingente militar naval en aguas del Caribe, cerca de aguas de Venezuela, como parte de una misión contra el narcotráfico. Como resultado, el gobierno de Donald Trump ha atacado varias embarcaciones procedentes de Venezuela que supuestamente transportaban drogas. En los ataques murieron varias personas, dijo el gobierno estadounidense.
Maduro ve el despliegue como un intento de Estados Unidos de intimidar con la amenaza de un eventual ataque a Venezuela en busca de un cambio de gobierno.
La relación entre ambos países es tensa desde hace años y Estados Unidos, al igual que otros países, no considera a Maduro como el legítimo presidente de Venezuela tras sus discutidos triunfos en las elecciones de 2018 y de 2024.
Este fin de semana, el presidente Trump exigió a Venezuela que acepte a migrantes deportados de Estados Unidos, a los que identifica como criminales y de los que dice que llegaron al país «forzados» por el gobierno de Maduro.
«Sáquenlos o si no, el precio que pagarán es incalculable», escribió Trump en alusión al gobierno de Maduro, que ha respondido con maniobras militares y el adiestramiento de civiles y simpatizantes del chavismo.
En agosto, el Departamento de Estado de EEUU duplicó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro, a quien acusa de dirigir un cartel de droga.
Maduro rechaza las acusaciones de Washington y defiende la labor de su gobierno contra el narcotráfico.
«Es una guerra no declarada, y ya se puede ver cómo personas, sean o no narcotraficantes, han sido ejecutadas en el Mar Caribe. Ejecutadas sin derecho a defensa», dijo el viernes pasado el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.
En respuesta el gobierno ordenó a soldados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) enseñar a la población de comunidades pobres a usar las armas.
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