Publicado: febrero 17, 2025, 3:00 pm
Axtel y Megacable, dos operadores de tradición en las comunicaciones de México, se desprendieron de sus acciones en el capital social de la empresa público-privada Altán Redes, luego de hacer parte de la misma desde el 21 de marzo de 2018 en que Altán encendió la primera radiobase de la Red Compartida de servicios mayoristas de Internet y telefonía sobre el espectro de los 700 MHz.
Axtel, escindida hoy del grupo industrial Alfa, y Telefonía por Cable, una subsidiaria de Megacable Holdings, optaron por la estrategia de traspasar el 6.31% de las acciones que poseían en el capital social de Altán Redes hacia un tercer inversionista.
Las compañías también se deshicieron del 1.25% de los derechos fideicomisarios que mantenían en Altán, con lo que Axtel y Megacable dejan de ser socios en la Red Compartida, si bien todavía utilizarán esa red celular como insumo para los servicios de telefonía e Internet que prestan al consumidor final, cerca de medio millón de líneas para el operador móvil virtual de Megacable.
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Por separado, Axtel poseía el 2.10% de las acciones del capital social de Altán y el 0.42% de los derechos fideicomisarios, en tanto que Megacable era tenedor del 0.83% de esos mismos derechos y del 4.21% del capital social de Altán.
Las dos compañías nunca tuvieron asientos en el directorio de Altán y tampoco tuvieron influencia en las decisiones significativas sobre el devenir de la Red Compartida de Altán, por lo que no hubo demasiado obstáculo para dejar el accionariado de este proyecto. Hasta el año 2022, Megacable reconocía además que Altán le adeudaba alrededor de 190 millones de pesos.
Las acciones que poseían los inversionistas Axtel, Megacable, Hansam y CMF, ahora las detentará la CFE.
En la era Altán-CFE no estarán Axtel y Megacable
El movimiento de acciones para Axtel y Megacable en la Red Compartida se dio en un contexto de concentración de activos entre Altán y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), mediante la cual ahora la estatal eléctrica se hizo con el 48.63% de las acciones de Altán y del 23.08% de los derechos fideicomisarios de esta empresa.
De ahora en adelante, el capital social de Altán Redes está compuesto en un 51.37% por el fondo Marapendi Holding y en 48.63% por la CFE. En cuanto los derechos fideicomisarios, la estatal eléctrica y la banca de desarrollo dan al Estado mexicano el 84.15% del control de Altán, en tanto que Marapendi se hace allí con el 15.8% de los derechos sobre Altán. El Estado, además, está por llegar a contar con entre ocho y diez consejeros en el directorio de once posiciones de Altán.
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El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) validó la concentración de Altán y CFE, a consideración de que la paraestatal abandonase su concesión mayorista de telecomunicaciones de carácter comercial que había ganado en febrero del 2023, pero de la que nunca la CFE obtuvo provecho, de acuerdo con documentos vistos por este medio.
El IFT, en su advertencia de riesgos para los mercados fijo y móvil mexicanos de telecomunicaciones por la concentración Altán-CFE, también impuso una serie de medidas conductuales para que evitar que Altán y CFE Telecomunicaciones e Internet (CFE-TEIT) para Todos pudieran coordinarse o intercambiar información, que pudiera significar un obstáculo para terceros operadores, al estar esas dos compañías de alguna manera relacionadas con la CFE.
Altán y CFE debían informar al IFT sobre las medidas con las que habrían de mitigar los riesgos hallados por el hecho de que la Comisión Federal de Electricidad crecería su influencia en los segmentos mayoristas y minoristas del mercado móvil. El IFT halló que CFE tendría demasiada influencia tanto a nivel horizontal como a nivel vertical por su concentración con Altán.
De ahí que el regulador ordenó a CFE a la renuncia de su concesión mayorista de telecomunicaciones fijas, con la que de hecho CFE se convertía desde el 2023 en un competidor directo de Telmex, Totalplay, Bestel y Megacable en el segmento fijo.
Altán, CFE y CFE TEIT también se obligarán a atender todas las solicitudes de servicios mayoristas de telecomunicaciones y servicios relacionados que realice cualquier otro agente económico y en términos no discriminatorios, ordenó el IFT.
La CFE confirmó en un aviso que aceptó renunciar a su concesión mayorista: “El consejo de administración instruyó a la administración de la CFE a llevar a cabo las acciones que sean necesarias, a fin de dar cumplimiento a las condiciones establecidas por el Instituto Federal de Telecomunicaciones”.
“Con la sinergia entre CFE y Altán se han instalado 11,383 torres. Entre enero de 2019 y enero de 2025, este despliegue social, sin precedentes en nuestro país, ha beneficiado 82,178 localidades, que concentran más de 24 millones de habitantes”, dijo la CFE.
Altán Redes opera la red celular de la Red Compartida, una red de telecomunicaciones sobre la que se soportan alrededor de 130 empresas de telefonía e Internet que le compran datos móviles para revenderlos por todo el país. Su tecnología, de 4.5G, está habilitada para iniciar despliegues de servicios de conectividad para el sector productivo y para dispersión de programas sociales, como telemedicina y educación.
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Altán Redes arranca el año 2025 con miras a poseer una red celular con el tráfico de 20 millones de consumidores mexicanos, todos atendidos por una red celular de calidad 4.5 LTE Advanced y en forma para evolucionar en algún momento hacia una red 5G.
Próxima a ubicarse sobre o superar la marca de 20 millones de usuarios atendidos, la red celular de Altán Redes tiene hoy, al menos, el 7.01% del tráfico de minutos de voz móvil que genera todo el mercado.
La novedad para Altán está en que al menos el 10.67% de los accesos de Internet móvil en México corren sobre su red.