En una época del año en la que los excesos de comida y bebida están a la orden del día, no está de más saber el límite entre creer que nos hemos pasado con el alcohol y confirmar que estamos sufriendo una intoxicación etílica. No es una reflexión banal si tenemos en cuenta que esta alteración puede desembocar en un estado de coma e incluso la muerte.
Aunque se suele asociar al consumo en menores, también se reportan centenares de casos anuales en adultos, siendo las fechas navideñas propensas a abultar las estadísticas de atención en urgencias de una sintomatología que es bastante concreta. La ecuación de riesgo es una ingesta de grandes cantidades de alcohol en un corto período de tiempo. Combinación fatídica que afecta a funciones básicas como son la respiración, la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal.
Además de la lógica ingesta desequilibrada de alcohol, hay otros factores a tener en cuenta en el impacto que esta sustancia tiene sobre nuestro organismo: estatura y peso; enfermedades metabólicas; ingesta de medicamentos; y el propio proceso de nuestro cuerpo a la hora de metabolizar el alcohol, y que no es el mismo en todos los casos.
Síntomas que confirman la intoxicación
A priori, es fácil identificar cómo se traduce la primera consecuencia que tiene en el organismo abusar de esta sustancia: al deprimir el sistema nervioso central, ralentiza las funciones cerebrales. Si hemos ingerido una cantidad a la que no estamos acostumbrados, sentiremos una especie de neblina mental. En los casos más severos, esta confusión se agrava hasta el punto de que se presente la dificultad para permanecer consciente o despierto. Pero no es el único signo, habrá que añadir:
- Vómitos.
- Convulsiones.
- Respiración por debajo de las ocho respiraciones por minuto.
- Piel pálida, azulada o grisácea.
- Hipotermia.
La gradación del alcohol y su impacto
A nivel metabólico, el rasgo principal del alcohol es que el cuerpo lo absorbe rápidamente, a una velocidad mucho mayor que los nutrientes de los alimentos, y además tarda mucho tiempo en eliminarlo. Desde un 4 por ciento de alcohol que puede tener una cerveza (más si es artesanal) al 40 por ciento mínimo de ciertos licores, el rango de afectación es diverso y es importante saber exactamente qué estamos consumiendo y qué gradaciones estamos mezclando.
Desde el Ministerio de Sanidad apuntan que un consumo excesivo de alcohol se considera a partir de 40 gramos diarios en el caso de los hombres y de 20-25 gramos diarios en el de las mujeres. El alcohol es, junto al tabaco, dos de los tóxicos más dañinos para el organismo, pudiendo desencadenar desde alteraciones cognitivas a ser un factor de riesgo de cáncer, entre otras enfermedades.
Referencias
Mayo Clínic (s.f.). Intoxicación por alcohol. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/alcohol-poisoning/symptoms-causes/syc-20354386