Publicado: junio 13, 2025, 5:30 am
La verja de Gibraltar se abrió (reabrió) aquel histórico 14 de diciembre de 1982. Ahora desaparecerá. Tras años de negociaciones, España, Reino Unido y la Unión Europea han cerrado un acuerdo sobre el estatus de Gibraltar después del Brexit. El pacto es histórico porque pone fin a décadas de desencuentro con el fin de la verja y la integración de la colonia británica en el espacio Schengen. El acuerdo, además, salvaguarda las posturas española y británica sobre la soberanía del Peñón.
Según recoge la declaración conjunta, «el principal objetivo es garantizar la prosperidad futura de toda la región», entendida esta por los ocho municipios que componen la comarca del Campo de Gibraltar y Gibraltar. «Para ello, se eliminarán la totalidad de las barreras físicas, los chequeos y los controles sobre las personas y mercancías que circulen entre España y Gibraltar, preservando al mismo tiempo el espacio Schengen, el Mercado Único de la UE y la Unión Aduanera», se lee en el texto.
Ahora hay que ver la letra pequeña o, más concretamente, redactarla. Porque, como especifica la declaración, el acuerdo deberá concretarse y desarrollarse a partir de ahora en un tratado internacional, un «texto jurídico completo», donde queden reflejadas todas y cada una de las medidas planteadas, con el establecimiento de un calendario para la aplicación de ellas.
«Se eliminarán la totalidad de las barreras físicas, los chequeos y los controles sobre las personas y mercancías que circulen entre España y Gibraltar»
Se trata de saber cómo el pacto alcanzado afectará a la vida de los habitantes del Campo de Gibraltar que es, finalmente, lo más importante. Este viernes, el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, explicará a los alcaldes de la comarca los detalles del acuerdo. Esa ronda de reuniones también abarcará a los agentes económicos y sociales del Campo de Gibraltar.
Desaparece la verja
Con el pacto alcanzado en Bruselas, la verja física que separa España de la colonia británica desaparecerá. De ese modo se facilitará el tránsito de las 15.000 personas que se mueven diariamente entre ambos territorios y los 300.000 andaluces de la zona. «Con este acuerdo desaparecerá la Verja, el último muro de la Europa continental y queda garantizada la libertad de circulación de personas y mercancías», dice el comunicado.
Al tiempo, se establecerán medidas para lograr una «igualdad de condiciones» en materias como «fiscalidad, trabajo, medio ambiente, comercio, desarrollo sostenible, lucha contra el blanqueo de capitales y transporte, incluyendo el aeropuerto» llanito, en referencia a su uso conjunto.
Los controles se llevarán a cabo «en plena cooperación entre las autoridades de la UE y del Reino Unido/Gibraltar, eliminando todos los controles en el paso fronterizo entre Gibraltar y La Línea para los muchos miles de personas que viajan diariamente en ambas direcciones», dice el acuerdo.
Controles duales
Bajo los términos acordados, en el puerto y el aeropuerto de Gibraltar se llevarán a cabo controles fronterizos duales que se mantendrán como hasta ahora del lado de Gibraltar. «La inmigración y la ley y el orden en Gibraltar seguirán siendo competencia exclusiva de las autoridades gibraltareñas», se lee en el texto.
España llevará a cabo el control fronterizo del lado europeo. «Por parte de la Unión Europea, España realizará los controles Schengen completos. Por parte del Reino Unido, los controles gibraltareños completos seguirán llevándose a cabo como hasta ahora», dice la declaración conjunta.
Pero, ¿quién asume los controles
En la práctica, el Peñón pasa a estar conectado con el espacio Schengen, pero bajo «inspección» española, con apoyo del Frontex, tanto en el puerto como en el aeropuerto. Es la gran novedad. De hecho, si un ciudadano británico quiere entrar en Gibraltar a partir de ahora tendrá que enseñar su pasaporte a la policía española.
Este, el de los controles, era uno de los puntos más conflictivos de la negociación para la parte británico-gibraltareña, que pedía que Frontex hiciese esos controles por parte del bloque europeo. Preguntado sobre la posibilidad de que España pueda llegar a negar la entrada de ciudadanos al Peñón, el ministro Albares apuntó que «el espíritu hoy en la sala es que el acuerdo funcionará en beneficio de la gente».
«Funcionarios españoles serán responsables de garantizar la integridad del área Schengen», reconoce Londres
Según Londres, el acuerdo aporta «una solución práctica para evitar la necesidad de pesados controles y largos retrasos en la frontera». Lo dice en un comunicado donde se reconoce que «funcionarios españoles serán responsables de garantizar la integridad del área Schengen».
Se trata de un modelo similar «al de la policía francesa que opera en la estación (londinense) de St Pancras», comenta el Gobierno británico. En aquel, los viajeros del Eurostar (el tren que cruza el Canal de la Mancha) pasan por el control de pasaportes británico y francés antes de subir al tren con destino al continente.
Es decir, la parte francesa inspecciona los equipajes y hace un control de pasaportes. «Su pasaporte será controlado dos veces: primero para el control de salida del Reino Unido y después por las autoridades francesas», describe la web del Eurostar. Del mismo modo, en el Peñón, los viajeros mostrarán sus pasaportes a los agentes fronterizos británicos y españoles.
Cómo hacer que la competencia sea justa
Los controles en el aeropuerto también serán responsabilidad de España. Según Downing Street, esto abre el camino para que los vuelos a destinos de la UE operen desde y hacia el aeropuerto de Gibraltar, lo que dará al Peñón «más conectividad con el continente».
En cuanto a las mercancías, se eliminarán los controles y se estrechará la cooperación entre las respectivas autoridades aduaneras. Gibraltar tendrá que incrementar poco a poco los impuestos sobre productos como el tabaco para «evitar distorsiones y contribuir a la prosperidad de toda la región».
Según Albares, como «lo que se busca es que haya una competencia justa para todos», el que Gibraltar quede «conectado» con la unión aduanera implica para el Peñón una «convergencia fiscal con el resto de la UE».
«Entrega de poder»
El acuerdo no entra en la disputa sobre la soberanía del Peñón y ambas partes aseguran que «salvaguarda las respectivas posiciones jurídicas de España y el Reino Unido en materia de soberanía y jurisdicción».
El primer ministro británico, Keir Starmer, mantuvo una conversación con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y coincidieron en que el pacto acordado sobre el estatus de Gibraltar tras el Brexit «desbloquea» la oportunidad de avanzar en las relaciones bilaterales entre ambos países, según informó Downing Street en un comunicado.
Pero a la derecha de Starmer los ánimos están encendidos. El hecho de que a partir de ahora un ciudadano británico que quiera acceder a Gibraltar tenga que mostrar su pasaporte a la policía española se ha sentido como una patada en el orgullo de los británicos más conservadores.
Ese punto de vista lo ha ejemplificado Suella Braverman, exministra del Interior en el gobierno de Rishi Sunack, que considera el acuerdo una «rendición» y una «entrega de poder». En su cuenta de X ha escrito: «Este Gobierno socava constantemente a Gran Bretaña y es absolutamente imperdonable. Las siguientes serán Las Malvinas».
También en la prensa británica se encuentran voces críticas o al menos dudas respecto al pacto alcanzado por España, Reino Unido y la Unión Europea. The Telegraph habla de entrega de la frontera a Europa y destaca que los británicos tendrán que enseñar su pasaporte cuando lleguen al Peñón. Y el Daily Mail se pregunta: «¿Ha entregado Starmer Gibraltar?».
