Publicado: noviembre 29, 2024, 9:40 am
Es el octavo cáncer en incidencia en España en la población masculina y sin embargo no tiene la repercusión mediática de otros por el estigma social que arrastra y que lo asocia, en términos generales y de forma infundada, al consumo de alcohol y drogas. Su invisibilidad provoca que haya síntomas que pasen desapercibidos cuando pueden ser importantes señales de alarma, tal y como resalta un facultativo en el diario británico The Mirror.
Según el informe Las cifras del cáncer en España 2022 de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), este tipo de tumor supone el 2,3 por ciento de todos los tumores y el decimotercero por orden de frecuencia en los sólidos. La SEOM indica que la incidencia se ha mantenido estable en nuestro país desde 1993 y que presenta una diferencia de afectación en cuanto al sexo: es el octavo cáncer más prevalente en varones y el decimoquinto en mujeres.
En cuanto a las posibles causas por las que las células hepáticas desarrollan mutaciones en su ADN se pueden encontrar las infecciones crónicas por hepatitis, pero lo cierto es que puede debutar en personas sanas sin clarificarse totalmente por qué se ha desarrollado. El consumo de alcohol diario y excesivo es un claro factor de riesgo, así como las enfermedades hepáticas hereditarias (hemocromatosis, enfermedad de Wilson), la diabetes o la enfermedad de hígado graso.
Según la SEOM, las infecciones crónicas por el virus de la hepatitis B y de la hepatitis C son desencadenantes importantes para este tipo de tumor. En el caso de la hepatitis B, el riesgo de la persona portadora es «100 veces superior al de la población general» a la hora desarrollar cáncer primario del hígado.
La pérdida del apetito que pasa desapercibida
El cáncer hepático no provoca síntomas hasta que las células tumorales han crecido mucho o se han propagado. Aunque hay ciertas alertas conocidas por gran parte de la población, como la piel amarillenta, hay síntomas relacionados con lo digestivo a los que también se debe poner atención. Joseph Ambani, facultativo británico, ha subrayado en The Mirror que la pérdida de apetito es uno de los que pasan más desapercibidos cuando no debería ser así.
Se produce, según Albani, de forma gradual y a consecuencia de que la persona afectada no puede ingerir la misma cantidad de alimentos a la que está acostumbrada porque sufre malestar abdominal y/o náuseas. Incluso pequeñas cantidades pueden causarle dolor estomacal.
Los síntomas más frecuentes
Según voces expertas, la mayoría de personas afectadas por este cáncer no tienen signos ni síntomas en las primeras etapas del tumor primario. Una vez que las células tumorales se han desarrollado, los más frecuentes entre los reportados en consulta médica son:
- Pérdida de peso.
- Dolor en la parte alta del abdomen.
- Náuseas y vómitos.
- Debilidad y fatiga general.
- Hinchazón abdominal.
- Decoloración amarillenta de la piel y la parte blanca de los ojos (ictericia).
- Heces blancas o blanquecinas.
Referencias
Mayo Clínic (s.f.). Cáncer de hígado. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/liver-cancer/symptoms-causes/syc-20353659#
