Publicado: abril 16, 2025, 11:30 am
Isabella de Dinamarca, segunda hija de los reyes Federico y Mary, cumplirá 18 años el lunes 21 de abril. Sus padres han organizado toda una serie de eventos públicos para celebrar este aniversario, el primero de una princesa al alcanzar la mayoría de edad en más de cincuenta años.
Su abuela, la reina Margarita, solo tuvo hijos varones, por lo que los últimos festejos celebrados con este motivo fueron los de la propia monarca y los de sus hermanas Ana María y Benedicta.
Sea como sea, la casa real ha tirado la casa por la ventana como homenaje a su hija, que no es la heredera al trono. A Federico le sucederá un día su hermano Christian, de 19, que ya tuvo sus correspondientes festejos, con casas reales europeas incluidas, en 2023, cuando los cumplió.
La agenda ha sido amplia y extensa: primero en la ciudad de Aarhaus, donde la familia real vivió hasta la entronización de Federico en enero de 2024. Allí, la joven dio un discurso de agradecimiento por las muestras de afecto recibidas por la población e hizo notar su sentido del humor.
Isabella recordó que hace cuatro años, durante la confirmación de Christian, un micrófono abierto recogió su enfado con su madre, que, por lo visto, no le dio bien las órdenes de protocolo para posar y esto sentó mal a la joven.
En esta ocasión, Isabella, que ha contado con invitados anónimos de su edad, ha sido más sutil: «Hace cuatro años que descubrí que las palabras pueden ser oídas cuando menos te lo esperas. Hoy no tengo ninguna duda porque veo que el micrófono está abierto», dijo ante la concurrencia, que río su comentario.
Roto el hielo, Isabella fue más amable. «Gracias por el baile (que le hizo un grupo de jóvenes) y la música, por el espectáculo y el pastel. Me alegra tener la amistad de esta comunidad», dijo.
Aunque, sin duda, el momento estelar de la celebración ha sido el fastuoso homenaje a Isabella, con una función especial que se dio en su honor en el antiguo Teatro Real de Copenhague.
Por la alfombra roja desfilaron sus padres y hermanos, Christian (que está haciendo el servicio militar, pero recibió permiso) y los mellizos Vicente y Josefina, ellas adornadas con lo más granado del joyero real y vistosísimos y costosos trajes largos.
A la gala asistieron su abuela, la reina Margarita, envuelta en pieles, y sus tías abuelas, Ana María y Benedicta, hermanas de la anterior. También sus primos Nicolás y Félix, hijos del hermano de Federico, Joaquín, que reside en Washington con su segunda mujer, Marie, y sus hijos pequeños.
La función mezcló piezas musicales clásicas con la juventud como protagonista. La velada comenzó con El Rey Christian, seguida de escenas del Don Juan de Molière, fragmentos de West Side Story y arias de Puccini y Rossini. A continuación, se dio paso a un pas à deux de Don Quijote.