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Así fue la Gran Guerra del Norte, el ejemplo de la "paciencia" rusa con la que dice acabará ganando en Ucrania

Publicado: mayo 24, 2025, 7:30 pm

La paz en la guerra de Ucrania ni siquiera se intuye. Las negociaciones entre Kiev y Moscú penden de un hilo por las condiciones previas «poco realistas» para sentarse a la mesa. El optimismo que llegaba de la Casa Blanca tras la llamada telefónica del presidente Donald Trump con Zelenski y Putin se ha desinflado casi de inmediato. Ni Ucrania ni Rusia parecen haber cambiado las condiciones previas para sentarse a negociar.

Ucrania no quiere asumir la pérdida de ninguna parte de su territorio y en Rusia el tiempo sigue jugando a su favor. El Kremlin no tiene prisa. Lo dijo en Estambul el jefe de la delegación rusa que se sentó con sus homólogos ucranianos.

«Nosotros no queremos la guerra, pero estamos dispuestos a luchar durante un año, dos, tres, sin importar cuánto tiempo nos lleve. Luchamos con Suecia durante 21 años. ¿Cuánto tiempo más están dispuestos a luchar ustedes?», dijo Vladimir Medinsky, el jefe de la delegación rusa, según varias fuentes ucranianas confirmaron a los medios locales del país.

Medinsky se refería así a la Gran Guerra del Norte, una larga serie de enfrentamientos en los que estuvo en juego la supremacía en el mar Báltico en los inicios del siglo XVIII. Ese conflicto sería un ejemplo de la «paciencia» que puede tener Rusia y que podría volver a tener para acabar ganando a Ucrania, ya sea en el campo de batalla o en la mesa de negociación.

La Gran Guerra del Norte tuvo lugar entre 1700 y 1721. Se trató de una contienda plural contra el Imperio sueco, que lo fue entre 1611 y, precisamente, 1721. En la historiografía moderna esta época es conocida como la del Imperio sueco o stormaktstiden («La era del poderío»).

De cuando Suecia fue un imperio

Suecia fue una de las grandes potencias europeas desde la consolidación de su independencia en el siglo XVI. Fruto de una agresiva política exterior, se enfrentó a daneses y polacos. Además, a Rusia le arrebató su salida al mar Báltico en el Tratado de Stolbovo de 1617.

Suecia vivía «la era del gran poder» y el joven Carlos XII era su rey. Había heredado un país fortalecido, con un ejército que, aunque relativamente pequeño, era uno de los mejor preparados de Europa. A este imperio se enfrentó una coalición formada por Rusia, el Reino de Dinamarca y Noruega, la República de las Dos Naciones (Polonia y Lituania) y el Electorado de Sajonia. A la contienda se sumaron Prusia y Hannover en 1715.

La guerra comenzó el 12 de febrero de 1700 con un ataque coordinado de la coalición contra Suecia, que tenía un ejército de unos 77.000 hombres. Las tropas sajonas atacaron la ciudad sueca de Riga y otras fortificaciones de Livonia (en las actuales Letonia y Estonia).

El 20 de marzo, Federico IV de Dinamarca intervino militarmente contra el ducado de Holstein-Gottorp, aliado de Suecia. La Rusia de Pedro I el Grande no tardó en asediar el puerto sueco de Narva, completando la ofensiva general. Respondió el ejército sueco, al mando del joven rey Carlos XII, derrotando en Narva a las fuerzas rusas, cuatro veces más numerosas, comandadas por el zar.

El monarca sueco obligó al danés a retirarse del conflicto y luego invadió Polonia, a cuyo rey, Augusto II, detestaba especialmente. De hecho, logró deponerlo del trono y colocar en su lugar a Estanislao I. Mientras, en 1704, Suecia sometió Sajonia.

En lugar de volverse contra la Rusia del zar Pedro I, Carlos XII permaneció en Sajonia durante dos años, consumiendo los recursos locales y reclutando un gran ejército de mercenarios. Su inacción permitió al zar fundar la ciudad de San Petersburgo y capturar pequeñas guarniciones suecas a lo largo del Báltico.

Equipado con recursos de Sajonia y un ejército de 42.000 hombres, el rey sueco abandonó tierras polacas en agosto de 1707 con la intención de atacar Rusia. El zar Pedro hizo algunas propuestas de paz, pero fueron ignoradas. Tras expulsar a las fuerzas rusas estacionadas en el este de Polonia, Carlos XII invadió Rusia.

La paciencia rusa en la Gran Guerra del Norte

El 6 de julio de 1708 comenzó la marcha sueca hacia Moscú. Derrotaron a un ejército ruso en Holowczyn, en lo que fue la última gran victoria del monarca sueco. Pero empezaron a sufrir problemas de abastecimiento. Aquí comienza la parte de la Gran Guerra del Norte que tanto celebran en Rusia desde entonces.

Los refuerzos se demoraban y el principal tren que abastecía a las tropas suecas fue interceptado y destruido por los rusos. En la batalla de Lesnaya (hoy Bielorrusia), el ejército sueco perdió un gran número de hombres y provisiones, lo que iba a hacer imposible un avance sobre Moscú. Para intentar reponerse y evitar los rigores del invierno ruso, Carlos XII se dirigió a la más cálida Ucrania, donde recibió la ayuda del cosaco Iván Mazepa.

Sin embargo, la mayoría de los seguidores de Mazepa lo abandonaron y permanecieron fieles al zar. Los rusos, en venganza, incendiaron Baturin, la capital de Mazepa. Cuando los suecos llegaron a Ucrania, a finales de noviembre de 1708, Baturin se encontraba desolada y sin provisiones. La rebelión de Mazepa había fracasado y solo pudo ofrecer dos mil guerreros a la causa sueca.

La batalla a campo abierto que evitó el zar

Carlos XII se quedó solo en Ucrania y en condiciones muy adversas. Pero no pensó en una retirada sino en atraer a Pedro I para derrotarlo en una batalla a campo abierto. Por eso atacó y tomó Véprik. Pero no. Buscando la ansiada gran batalla, el monarca sueco repitió la acción en la ciudad de Poltava, muy cerca del campamento de Pedro I y el principal ejército ruso, que les doblaba en número.

Los suecos fueron derrotados de forma decisiva en Poltava. Perdieron 7.000 soldados en combate y 3.000 cayeron prisioneros. Unos 16.000 hombres escaparon hacia el sur. De resultas, Carlos XII se quedó con sólo 1.500 hombres. Huyó a Moldavia donde, durante cinco años, permaneció bajo el control del Imperio Otomano.

En su ausencia, Suecia sufrió sucesivas derrotas. El regreso del monarca dio un impulso temporal al esfuerzo bélico, pero Carlos XII fue asesinado en 1718. La guerra terminó finalmente en 1721. Suecia perdió gran parte del territorio que había conquistado durante el siglo XVII y perdió para siempre su papel de potencia europea.

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