Publicado: octubre 19, 2025, 3:30 am
Existe una tendencia en redes en las que se habla de personajes del pasado lamentándose de su muerte porque habrían disfrutado muchísimo algo del presente. «DEP Darwin, te habría encantado Pokémon» o «DEP Juana de Arco, te habría encantado vestir vaqueros», por ejemplo. Y seguramente, mirando la historia, se podría decir que a Isabel de Baviera, más conocida como Sissi emperatriz, le habrían encantado las redes sociales, sobre todo porque se cuenta que fue una mujer no solo de una enorme belleza física, sino con una personalidad algo rebelde y contestataria, pero muy inteligente, ya que hablaba varios idiomas, y era una amante de los animales y del deporte.
Lo que hoy por hoy sería convertirse en una influencer. Es decir, lo que está, curiosamente, Seraphim de Habsburgo-Lorena, un joven gerente de servicios alemán amante de los tatuajes que estaba trabajando hace un par de años en el Oktoberfest de Múnich, su ciudad natal, para poder abrir su propio estudio de tattoos y que fue nombrado por algunos medios como «el hombre más guapo» de toda la celebración. Pero pocos sabían entonces que se trataba de un aristócrata que desciende directamente de la emperatriz Sissi, quien, además, también fue una adelantada a su época y, a sus 51 años, en 1888, se hizo un tatuaje de un ancla en su hombro izquierdo.
«Creo que me parezco bastante a ella, porque no era de esa realeza perfecta, sino que era muy extravagante. Lo hacía todo como ella quería. Y yo soy un poco así, como ella, que era indomable», afirmó en una entrevista con la revista Tatler, explicando que también le une a su antepasada una enorme afición por el deporte, dado que no solo era camarero, sino que a los 18 años abandonó su casa para estudiar Educación Física, y la que fuera esposa del emperador Francisco José I de Austria llegó a montar un gimnasio con anillas y espalderas en sus aposentos para hacer ejercicio todos los días.
Seraphim de Habsburgo-Lorena tiene diversos títulos —Su Alteza Real e Imperial, príncipe de Hungría y Alteza Imperial de Austria— y pertenece a la dinastía austro-húngara, una de las más antiguas y reconocidas de Europa, pero hasta que no se hizo viral en 2023 mientras era jefe de servicio en el famoso festival no se convirtió en una estrella. Y ahora, que tiene 22 años, ve como día a día aumentan sus seguidores en Instagram y TikTok y como ya no le hace falta ser monitor, sino que ahora hace prácticamente de todo: modelo, haciendo pinitos como actor y tiene en mente sacar una canción con un amigo, según el periódico Abendzeitung.
Porque, hasta que consiguió todo ello, el joven, que era prácticamente una persona anónima, ha contado que no podía vivir ni del pasado ni de su familia, porque ni es tan poderosa ni tiene tanto dinero en el pasado ni sus títulos están reconocidos en Alemania, si bien él está muy orgulloso de sus orígenes y presume continuamente de ello luciendo el traje tradicional de su tierra, Baviera, en sus perfiles.
De hecho, en redes se define como «El niño bávaro». «Publiqué en TikTok sobre mi día a día, lo que hacía normalmente cuando trabajaba allí [en el Oktoberfest]. Al poco tiempo, tenía más de dos millones de visualizaciones y la gente comentaba sobre mi aspecto», ha revelado en la comentada reciente entrevista con la revista británica de estilo, cultura y glamour.
«Me llamaban ‘El camarero guapo’, pero luego ‘el segurata’, luego ‘el barman’… En realidad yo era el gerente. Aquello se hizo viral, y la prensa empezó a venir a preguntar por mí: de Colonia o de Berlín, viajando en autobús solo para hacerse una foto conmigo, pero otros llegaron de países vecinos como Austria, Italia, Polonia, República Checa, Francia…», ha continuado.
Asimismo, ha explicado que él no se puede quejar, dado que en su infancia ha practicado los deportes que le gustaban —sobre todo surf y esquí en diferentes lugares de Europa— y que está muy lejos de cómo lo pasó, entre otros, su abuelo, Stefan de Habsburgo, que, según ha narrado, «se crio de forma muy tradicional por los sirvientes en los terrenos de un castillo y tenía un oso pardo como mascota, pero, cuando estalló la guerra, él y sus hermanos tuvieron que escapar. Me llegó a contar que empaquetaron todo y se subieron a la parte atrás de un viejo Mercedes-Benz para salir del país».
Por si fuera poco, el joven tiene una pareja, Celina, modelo y alemana como él, con la que se prometió hace apenas unos meses y con quien comparte una historia de amor desde hace un par de años, por lo que no tiene problemas a la hora de aparecer y posar en las redes sociales de su pareja —aunque ella se lo ha privatizado— y con quien ha asistido a algún que otro evento en su país.