Rosario Flores se encuentra en un muy buen momento, tanto a nivel profesional como personal. La cantante acaba de presentar su nuevo disco, Universo de Ley, un homenaje a su trayectoria en los escenarios. Por ello, entre los nuevos temas, ha incluido Qué Bonito, la canción que grabó cuando aún se encontraba embaraza de su hija mayor, Lola.
Ahora, 28 años después, la joven sigue manteniendo una muy buena relación con su familia, aunque ha preferido alejarse de las cámaras. Lola fue fruto de la relación de la intérprete junto a Carlos Orellana y nació apenas un año y medio después de la muerte de Lola y Antonio Flores, su abuela y tío respectivamente.
Su llegada al mundo fue una gran alegría para la familia y de hecho, por este mismo motivo lleva el nombre de La Faraona. «Lola me la mandó mi madre, yo estaba destrozada. Ocho meses después llegó mi hija y se acabó el maltratarme y el destrozarme», ha asegurado Rosario.
La mayor de la familia heredó, como no podría ser de otra manera, la pasión por el arte. A pesar de que sus pinitos en la música junto a Lucía Fernanda, hija de Antonio Carmona, no llegaran a nada, sí que se ha convertido en una artista. Lola es actualmente una conocida ilustradora y fotógrafa. La joven se formó en Artes Plásticas en Londres y bajo el nombre India Gitana destaca por su talento y originalidad.
A diferencia del resto de sus seres queridos, Lola prefiere mantenerse en un segundo plano. De hecho, una de sus intervenciones públicas más reciente fue hace más de dos años, en 2023. La joven acudió a la inauguración del museo dedicado a Lola Flores, donde además posó con todos sus primos. Y es que, especialmente con Elena Furiase, la hija de Lolita, su tía, tiene una muy buena relación. Lola es la madrina de su hija Nala.
Sobre su vida privada no hay apenas información. A través de sus redes sociales muestra sus trabajos y pequeños detalles de su día a día, pero no da información íntima. Aun así, muestra orgullosa sus viajes por el mundo y su pasión por el arte y las diferentes culturas.