Publicado: octubre 16, 2025, 11:30 am
Les separan prácticamente 13 años —una nació en enero de 1982; la otra, el 29 de diciembre de 1994—, pero, de alguna forma, ambas se han convertido en las referentes de sus respectivas monarquÃas. E incluso han pasado a ser las apuestas de futuro, tanto de la Casa Imperial de Japón como de Buckingham Palace. Hablamos de la princesa Kako de Akishino y de Kate Middleton, a quienes los medios cada vez comparan en más de una ocasión por ser ejemplos a seguir en el mundo de la moda, por su implicación en diferentes causas sociales y, a su vez, por una pasión en común: el tenis.
La princesa Kako, la segunda hija del prÃncipe heredero Fumihito y su esposa Kiko —y, por tanto, sobrina del actual emperador Naruhito y hermana mayor de prÃncipe heredero, Hisahito—, ha llegado a ser bautizada como ‘La esperanza japonesa’ por algunos medios locales, mientras que en el resto del mundo, como en España por ejemplo han hecho desde Vanity Fair, su figura recuerda a otra esperanza: la que tienen puesta desde Reino Unido y desde la familia real británica en la esposa del prÃncipe Guillermo de Inglaterra, acaso la persona mejor valorada de entre los miembros La Firma.
La última conexión ha llegado este pasado fin de semana, en los All Japan Tennis Championship, en la pista del Airake Coliseum, en el que la princesa Kako, quien a sus 30 años es la presidenta de honor de la Asociación Japonesa de Tenis, acudió tanto para presenciar la final de tenis masculino como para hacerle entrega de la Copa del Emperador al ganador, Ryotaro Taguchi, en una imagen muy similar a la que se ha visto varios años en la pista central de Wimbledon con Kate Middleton. Sobre todo, por la elección del conjunto, un vestido de tweed con péplum de la firma Celford con cinturón marrón y tocado floral.
La llamada ‘esperanza japonesa’ —sobre todo a raÃz de que su hermana mayor, Mako Komuro, se casase con un plebeyo en 2021 y perdiese su estatus real, sus tÃtulos y sus privilegios— tiene además en común con la princesa de Gales, como explican los expertos, un gusto impecable a la hora de vestir. De hecho, en el paÃs del Sol Naciente no solo existe el conocido como ‘efecto Kate Middleton’, por el cual prácticamente toda prenda que utilice la duquesa de Cambridge se agota en cuestión de minutos, sino que cada vez es más usual que las mujeres de menor edad de Japón busquen vestir a la ‘moda Kako’, imitando a la que es, hoy por hoy, la gran estrella joven de la familia imperial.
Desde el trono del Crisantemo, de hecho, son muy conscientes de este hecho y, cada vez más, le están otorgando un enorme protagonismo a Kako de Akishino, toda vez que, por si fuera poco, también se asemeja a Kate Middleton, cuentan quienes las han tratado, en una personalidad muy cariñosa, respetuosa y amable y en un trato tremendamente afable con los asistentes a los actos y eventos protocolarios a los que han de asistir, especialmente cuando en ellos hay niños.
De hecho, la princesa Kako sabe hablar perfectamente en lenguaje de signos —al igual que su madre y su hermana— y, desde mayo de 2021, trabaja a tiempo parcial para la Federación Japonesa de Sordos, acudiendo dos dÃas a la semana, y en un viaje a Grecia en 2024 se dirigió a los asistentes utilizando dicho idioma.
Porque tal es su nueva y poderosa presencia que la Casa Imperial y el emperador, Naruhito, están contando con ella para compromisos en el extranjero, dado que Kako vivió una época en Reino Unido, mientras estudiaba en la Universidad de Leeds tanto artes escénicas —llegó a ser patinadora artÃstica sobre hielo e incluso obtuvo un premio en un campeonato en 2007— como psicologÃa gracias a un programa de estudios.
Este verano, sin ir más lejos, hizo las veces de representante de Japón viajando hasta Brasil y reuniéndose con el presidente Lula da Silva como homenaje a los 130 años de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones, y dándole las gracias en su discurso al pueblo brasileño, dado que acoge a la comunidad más grande del mundo de personas de ascendencia japonesa, unos 2,7 millones de personas. No solo se elogió su savoir faire al escoger un kimono de diseño floral para la ocasión, sino también sus palabras, dado que recordó el festival de samba de su paÃs y se ganó el cariño diciendo que, aunque ambos paÃses estén separados por miles de kilómetros, «la distancia» entre sus «corazones es muy escasa».
Lo que se desconoce, eso sÃ, es si dada su nueva agenda pública tendrá tanto tiempo para continuar con sus labores en causas sociales, asà como, por ahora, tampoco se sabe si tiene pareja, puesto que, para no ser despojada de su tÃtulo de princesa solo podrÃa casarse con un miembro de la familia imperial, que recientemente ha aumentado el número de ramas de su árbol genealógico ante la falta de herederos varones.
