Publicado: junio 5, 2025, 8:30 am
Se han escrito cientos de páginas sobre aquel escándalo, el que protagonizaron desde finales de los años 40 el director Roberto Rossellini y la actriz Ingrid Bergman enamorados durante el rodaje de Stromboli, tierra de Dios, película que igualmente funciona como metáfora de lo que les esperaba: la animadversión y hostilidad de multitud de personas e instituciones, desde el Vaticano al Senado de Estados Unidos, por un affaire que no ocultaron, estando ambos casados, como el volcán que entró en erupción mientras filmaban la cinta.
El cineasta italiano, conocido además de por su trabajo por sus intensas relaciones con mujeres del mundo del séptimo arte, recibió una carta de la actriz sueca para hacer una película juntos y el resultado fue inesperado: él, casado desde 1936 con la diseñadora de vestuario Marcella De Marchis —pero siéndole infiel públicamente con Anna Magnani—, y ella, que le había dado el «Sí, quiero» en 1937 al dentista Petter Lindström, tuvieron incluso un hijo antes de que ella llegara a oficializar el divorcio, Renato Roberto Ranaldo Giusto Giuseppe Rossellini, que vino al mundo el 2 de febrero de 1950.
Robin Rossellini, como era conocido, se alejaría completamente de las revistas de papel couché tras un momento de fama pasajera, cuando se le relacionó en los años 80 con Carolina de Mónaco, la hija de una de las grandes amigas de su madre, Grace Kelly, como detallan desde Vanity Fair. De esta forma, se puede ponderar que, en términos de ser una celebridad, se ha quedado en medio de sus dos hermanas pequeñas.
Porque, una vez casados —en México, donde también consiguió la actriz de Encadenados o Luz que agoniza el divorcio, dadas las circunstancias adversas—, Ingrid y Roberto tuvieron dos mellizas. El 18 de junio de 1952, cuando el foco mediático ya no estaba sobre ellos, dieron la bienvenida a dos niñas: Isabella Rossellini, la más famosa de todas, actriz de currículum envidiable, musa y expareja de David Lynch, exesposa de Martin Scorsese, nominada al Oscar y un largo etcétera de atributos, e Isotta Ingrid Rossellini. Sin duda alguna, desconocida para el gran público.
Sin embargo, hace honor al nombre de su madre y al apellido de su padre. De ambos siempre se dijo que tenían una relación tremendamente intelectual, basada en la admiración mutua, siendo la intérprete sueca y el director romano personas harto curiosas e inteligentes. Y mientras que Isabella encauzó sus dones genéticos por la vía del cine, su hermana lo hizo por lo académico, llevando una vida lejos de alfombras rojas, galas de premios, festivales de cine, farándula y escándalos, pero brillante al fin y al cabo.
Tras unos primeros años en Roma, donde nació, estudió, hizo su máster y fue doctorada en Literatura italiana por la Universidad de Columbia, siendo además profesora posteriormente en centros universitarios tan prestigiosos como Harvard o Princeton, así como, según revelan desde el citado medio, ha publicado diversos ensayos sobre figuras totémicas como Dante o Petrarca, objeto de su tesis. De hecho, tiene diversos libros como Nel trapassar del segno: idoli della mente ed echi della vita nei Rerum vulgarium fragmenta, de 1995, o Know Thyself: Western Identity from Classical Greece to the Renaissance, de 2018, aunque no está traducida al español.
Ha impartido clases sobre cine italiano —incluso sobre la obra de su padre— porque no es ajena a los rodajes. No solo fue la maquilladora de su madre en la película Nina, de 1976, sino que no tiene problema alguno en aparecer en los documentales que otros familiares han hecho sobre su árbol genealógico, como Los Rossellini, de Alessandro Rossellini, primer nieto de Roberto, o Kill Gil, de Gil Rossellini, el hijo adoptado por el cineasta por su relación con la escritora y guionista india Sonali Senroy DasGupta, con quien el director le fue infiel a Ingrid Bergman y razón por la que se terminó su historia de amor.
Y es que Isotta Ingrid —prefiere usar comúnmente su segundo nombre en lugar del primero— siempre ha tenido muy buena relación con todos los miembros de su vasta familia. Tanto es así que incluso la periodista Pia Lindström, la única hija que la actriz sueca tuvo con su primer marido, es muy cercana a ella, y hasta aparecieron las dos junto a Isabella en el programa de Larry King para una entrevista conjunta en 2003 con motivo del 60º aniversario de Casablanca, y en la que dieron a conocer que ha sido fácil criarse unidas porque jamás culparon a su madre por la polémica.
En cuanto a su vida privada, se sabe por su biografía en la web del grupo Penguin Random House que actualmente vive en Nueva York junto a su marido, el abogado Richard Aborn. Con él tuvo a su segunda hija, Francesca, que es terapeuta y que en enero de 2024 la convirtió en abuela al tener a su primera bebé, a quien le han puesto de nombre Ottavia. Antes ya había estado casada: fue con el productor y asistente de dirección Alberto Acciarito, con quien tuvo a su primogénito, el también actor y director Tommaso Rossellini.