Publicado: octubre 24, 2025, 3:30 am
Su madre, asturiana, rompió moldes. Tras una temporada en México, Minerva Piquero regresó a España en 1989, fichando por Antena 3 para ser la encargada de dar el parte meteorológico, algo que comúnmente hacían hombres, y estuvo en la cadena durante 14 años, incluso llegando a presentar los informativos y otros espacios hasta que en 2004 se marchó a TVE, tras lo cual acabaría cofundando una agencia de comunicación y siendo directora de otra, volviendo a la televisión en Telemadrid. Pero en su historia personal destaca un nombre que, hoy por hoy, ya se ha hecho un hueco por sí misma en el mundo audiovisual.
Gabriela Andrada nació el 5 de mayo de 1999 en Madrid, siendo la primogénita de Minerva y del economista Juan Mario Andrada, quienes tendrían otro hijo, Lucas, pero que se acabarían divorciando hace ya más de una década, aunque la que fuera ‘mujer del tiempo’ ha vuelto a encontrar el amor, como reveló en 2024, sin dar a conocer la identidad de su nueva pareja. Gabriela es, hoy por hoy, una de las actrices más cotizadas de nuestro país, y prueba de ello es su nuevo proyecto.
La actriz de 26 años ha sido elegida para protagonizar, junto a Belén Rueda y Catalina Sopelana, En el círculo del asesino, el próximo true crime de Netflix, en el que la plataforma recreará la historia del primer asesino en serie de la historia reciente de España, muy similar a lo ocurrido en los años 90 en la Comunidad Valenciana, el caso real de Joaquín Ferrándiz Ventura, quien fuera conocido como ‘El depredador de Castellón’ o ‘El asesino del círculo’, que estuvo desde el 2000 al 2023 en prisión tras haber asesinado a cinco mujeres —la nota de prensa, eso sí, no llega a decir jamás este nombre—. Andrada dará vida a una periodista que reconstruirá la historia del serial killer para un pódcast debido a su inminente puesta en libertad.
Desde pequeña interesada por la cultura —se refugiaba en la lectura cuando había tenido un mal día, siendo además una gran seguidora de la literatura mexicana—, acabó estudiando el bachillerato de artes mientras daba clases particulares para pagarse su futura formación, que llegaría realizando el grado en Cinematografía y Artes Audiovisuales en la Escuela Universitaria TAI con mención especial en guion. Porque ella siempre quiso contar historias, si bien lo de actriz llevó más por casualidad debido a que era una niña tímida.
«Estuve en muchos colegios y me costó mucho aprender a encajar porque yo era una niña muy libre, muy salvaje y no sentía que tuviera lo que hacía falta para comandar cierta atención en un escenario o para hablar en público», afirmó en una entrevista para la revista Glamour. De hecho, casi estudia Medicina Forense, y a punto de marcharse a Londres, hablando con su madre en un parking, le confesó que quería estudiar interpretación y su madre acabó apuntándola a cursos para que probase los fines de semana. Si no funcionaba tenía un plan B: ser reportera y seguir ligada a la comunicación, que siempre ha sido su objetivo.
«¿Me van a llamar nepobaby? Seguro. Yo sé que no lo soy y lo que me ha costado llegar a donde estoy, pero no puedo controlar lo que piensan los demás. Mi madre ha tenido una carrera muy larga y próspera en la televisión, pero nunca se inclinó hacia la ficción. Yo empecé de cero. Sí que me ha ayudado aconsejándome como harían todas las madres, en amueblarme la cabeza y darme ánimos y alas. Pero, a nivel profesional, no», afirmó en una entrevista con Cinemanía. Y eso se demuestra en todas sus dotes y su currículum.
No solo es que hable cuatro idiomas (español inglés, francés e italiano), sino que sabe tocar el piano, pues lo ha estudiado siete años, así como conoce diferentes clases de baile, desde el freestyle al tango, la salsa o pole dance. Por si fuera poco, estudió diez años de kárate y es una gran deportista, habiendo practicado vóleibol, equitación, natación o esquí. Y con todo ello, obviamente, en algún momento le tenía que llegar una oportunidad. Tras algunos papeles menores en series como Sequía o Los herederos de la tierra o películas como Objetos, en 2022 obtuvo su primer rol relevante con Babi en Los Protegidos: ADN. Pero antes de llegar al 2024, cuando su vida cambiaría, tuvo un momento en que todo pareció irse al traste.
«Cuando empecé a trabajar [2021] y me llamaban directores de casting para hacerme pruebas porque ya estaba en el radar de alguna manera, tuve un accidente en un taxi —el conductor chocó por la autopista— y fue un parón de año y pico. Me partí la boca, perdí cuatro dientes, de los cuales me recuperaron dos, me rompí el hueso maxilar, me cosieron toda la encía, los labios, tuve lesiones de espalda y un esguince cervical, tuve que hacerme injertos óseos… Fue como empezar de cero. Por eso, estoy quizá más orgullosa todavía de haber vuelto», confesó la actriz, que mostró en redes su recuperación.
Pero entonces se convirtió en la jerezana Judith Flores, la protagonista de la adaptación del best seller erótico Pídeme lo que quieras, de Megan Maxwell, y su fama aumentó de la noche a la mañana, teniendo hoy por hoy alrededor de 370.000 seguidores. Y eso, además, hizo que la fichasen para otra adaptación, en este caso en forma de saga: Culpa tuya y Culpa nuestra, basada en las novelas de Merceds Ron y que han supuesto otro enorme éxito de Netflix, que ha encontrado en ella un filón.
Porque además de En el círculo del asesino, en 2026 también estrenará otra miniserie para el gigante del streaming, Trinidad, en la que se cuenta la historia de una joven española que llega al Salvaje Oeste junto a su madre y de su hermana, interpretadas por Paz Vega y Sofía Allepuz y donde sobrevivirá gracias a su habilidad con las armas hasta que sea falsamente acusada de un crimen. En el reparto también están Karla Sofía Gascón y Milena Smit.
En su vida personal, se rumorea que lleva saliendo con su excompañero de rodaje Mario Ermito desde que rodasen Pídeme lo que queiras, pero lo que es seguro es que estuvo una época, en 2019, con Álex González y que su gran amor es su perrita, Pato. Admiradora de realizadores como Rodrigo Cortés o Julia Ducornau y de intérpretes como Blanca Portillo, Luis Zahera o Carolina Yuste, ha afirmado que su viernes ideal es quedarse en casa con sus amigos para jugar a juegos de mesa como el Trivial o el Scrabble. Así que, por si había alguna duda, sí, sigue siendo aquella niña tímida que por poco no estudió para ser actriz.
