Publicado: julio 2, 2025, 8:30 am
«Va a ser la jefa». Con esas palabras Carlos Alcaraz se mostraba más que contundente a la hora de hablar de Emma Raducanu, quien va a ser su pareja deportiva tras darse a conocer la iniciativa del US Open para revitalizar el dobles mixto. «Solo voy a sacar, me apartaré y la dejaré jugar. Cubrirá gran parte de la cancha. Ella será la que manda. Haré lo que ella quiera. Eso es todo», añadió días más tarde el de El Palmar, tirando de humor sobre qué aportará él en el juego en equipo. Tal es la confianza que tiene ella.
Y es que, como reconoció el tenista de 22 años, conoce a Emma «desde hace bastante tiempo», por lo que siempre han tenido «una muy buena relación». Y como existe el precedente de Paula Badosa y Stefanos Tsitsipas, que sí son pareja en la vida real y que jugarán juntos, los rumores sobre un posible romance entre Alcaraz y Raducanu no se han hecho esperar, si bien la tenista, entre risas, fue tajante sobre ese supuesto amor entre ambos: «Solo somos amigos. Me siento muy feliz de jugar con él». Aun así, la futura compañera de Carlitos en el Abierto de Estados Unidos no es una desconocida para quien sea aficionado al tenis, sobre todo por una gesta increíble que consiguió recién cumplida la mayoría de edad.
Nació en Toronto, en Canadá, el 13 de noviembre de 2002, hija de un padre, Ian, oriundo de Bucarest, en Rumanía, y una madre, Renee, proveniente de Shenyang, en China. Ambos han trabajado toda su vida en el sector financiero, por lo que cuando Emma apenas si contaba con dos años de edad se mudaron a Bromley, un distrito de Londres, en Reino Unido.
Su pasión por los deportes comenzó jovencísima, practicando ballet, esquí, karting —de hecho, es una auténtica apasionada del mundo del motor— y golf, pero nada se comparaba con el tenis, ya que a los cinco años ya estaba jugando a la que sería su profesión en la Bromley Tennis Academy. Entrenaba antes de ir al colegio y también cuando acababan las clases, a veces incluso quedándose hasta después de que apagasen los focos. «Mi padre siempre me decía que si era capaz de jugar a oscuras, luego me sería más fácil a la luz del día», ha reconocido.
Emma le ha dado muchísima importancia a sus raíces y a todas las culturas que lleva en la sangre, razón por la que habla con fluidez rumano, chino y, como es obvio, inglés, y suele visitar todos los años a sus familias, especialmente a su abuela paterna en Bucarest, dado que, ha admitido, le gusta demasiado la cocina rumana e incluso el tenis de dicho país, siendo sus referentes en la pista la china Na Li y la rumana Simona Halep.
«Sin duda alguna, mi origen familiar y multicultural me ha marcado: de mi madre he heredado seguramente gran parte de la resiliencia y la capacidad de sacrificio que tanto me ayuda en la pista, mientras que la habilidad para pensar con lógica y de forma compartimentada me viene más bien por parte de mi padre. Ambos tenían muchas expectativas depositadas en mí y siempre me inspiraron, siendo un estímulo constante», contó para la Porsche Newsroom.
Al mismo tiempo que era alumna de la escuela estatal Newstead Wood School, y que se sacaba el A-Level —el bachillerato británico— con las máximas calificaciones en matemáticas y economía, comenzaba su andadura en el mundo del tenis, conquistando su primer torneo, en Liverpool, poco después de cumplir 13 años, en su primera participación. Para inicios de 2018 también conseguiría pequeños campeonatos en India, Moldavia y Lituania.
Pero su nombre llegaría a los titulares en 2021. Primero, con Wimbledon, donde se convirtió en la británica —tiene la nacionalidad— más joven en llegar a octavos de final del Grand Slam en la Era Open, superando a Deborah Jevans, que lo había logrado en 1979, con 19 años y 48 días, mientras que el logro de Emma fue con 18 años y 239 días. Pero nada hacía presagiar lo que ocurrió con el segundo Grand Slam de su vida.
Raducanu se encontraba en la posición 150 del ranking mundial. Para llegar al US Open hubo de disputar las clasificatorias previas. Es decir, que no entró automáticamente, como hacen los y las tenistas en las posiciones del 1 al 60 del ranking. Pero es que no solo ganó el Abierto de Estados Unidos, siendo, por tanto, la primera jugadora de la historia que entra por clasificatorias previas y es la vencedora de alguno de los cuatro grandes torneos de tenis, sino que dejó boquiabiertos a propios y extraños con cómo lo hizo.
Porque, a pesar de su juventud, no cedió ni un solo set en los diez partidos que disputó —los tres en las clasificatorias y el resto en la competición principal— ni concedió ningún tie-break, derrotando en la final a Leylah Fernández, de 19 años, en una hora y 51 minutos por 6-4 y 6-3. Se convertía tanto en la primera jugadora de la historia del tenis, hombre o mujer, en ganar diez partidos en un mismo certamen y en la segunda jugadora del Reino Unido en ganar en el torneo de Nueva York en la era profesional, después de que Virginia Wade hiciera lo propio en 1968.
No paró de recibir felicitaciones de todo el mundo, con una leyenda como Martina Navratilova tuiteando: «¡Ha nacido una estrella!». La WTA la nombró ‘Novata del año’, como era de esperar, y la BBC la eligió como ‘Personalidad Deportiva del Año’. A principios de 2022 se convertía, por si quedaba alguna duda de lo que había conseguido, en la mujer más joven de la historia en ser nombrada Miembro de la Orden del Imperio Británico.
Quizá pueda haber alguna duda sobre ella dado que actualmente ocupa el puesto número 40 del ranking de la WTA, pero tiene su explicación: desgraciadamente para ella, tras triunfar siendo tan joven, le llegó una plaga de lesiones que frenaron en seco su progresión y no ha podido estar al cien por cien hasta hace relativamente poco. Queda por saber si, al lado de Alcaraz, conseguirá el que sería su segundo Grand Slam.
Su relación con Alcaraz
Ella, eso sí, se toma la idea de una relación con el murciano con bastante humor, como demostró en la BBC: «Me alegro de que estemos proporcionando entretenimiento para todo el mundo. No estoy enterada de todo, pero parece que en Internet se lo están pasando bien con nosotros». Además, explicó un dato importante y por el que algunos usuarios han comparado su historia con la de la película Rivales: «Éramos amigos y hablábamos incluso antes de ganar nada».
Además, puntualizó que también fue 2021 el año en que afianzaron su amistad. «Nos conocimos más ese año. Yo avanzaba en Wimbledon y él también. Recuerdo que jugaba siempre el día antes que yo y me gustaba seguirlo», rememoró, así como ha explicado la emoción que supuso para ella que la llamase para el dobles mixtos del Abierto de Estados Unidos. «Carlos me envió un mensaje invitándome a jugar. Me sorprendió mucho y me emocioné. Por mí, le habría dicho que sí de inmediato, pero claro, tenía que hacerlo formalmente», bromeó. Y si tiene algo claro es que «compartir la pista con él va a ser algo realmente especial».