Publicado: octubre 27, 2025, 5:30 am
Podría parecer que Rick Astley, en pleno 2025, habría de tener bastante más edad, pero no: el cantante británico tenía solo 21 años cuando, en 1987, alcanzó la fama con Never Gonna Give You Up, sencillo de su álbum Whenever You Need Somebody.
La canción, pegajosa, fácil y bailable, había sido escrita y producida por el trío Stock Aitken Waterman, y la voz grave y madura de Astley contrastaba de plano con su apariencia dulce de adolescente pelirrojo y barbilampiño.
El tema lideró las listas en 25 países, dio paso a otros éxitos como Together Forever, el álbum vendió más de 15 millones de copias en todo el mundo y el videoclip pronto se convirtió en un clásico de la era MTV.
A pesar del éxito obtenido, Astley decidió romper con el famoso trío de productores a principios de los ’90 y alejarse de esa rama de la industria que consideraba atrozmente comercial. Quiso apartarse de la exposición mediática y recuperar el control artístico de su música.
Así, durante esa década, publicó algunos discos con un enfoque más maduro y orientado al soul, aunque no tuvieron la misma repercusión. Fue entonces cuando decidió retirarse oficialmente de la música para dedicarse a su familia.
Su regreso a la popularidad ocurrió de la forma más inesperada: convertido en meme. A finales de los 2000 se viralizó en internet el Rickrolling, un no demasiado malvado engaño en el que, al clicar en un enlace, se reproducía el videoclip de Never Gonna Give You Up. Astley no solo supo reírse de sí mismo, sino que consiguió capitalizar el fenómeno.
En 2016 lanzó el álbum 50, con canciones compuestas, interpretadas y producidas por él mismo, y llegó a alcanzar el número 1 en el Reino Unido. Desde entonces ha seguido publicando con regularidad y ha colaborado con artistas como Foo Fighters o Take That, y ha hecho giras internacionales.
Está sabiendo, además, sacarle todo el partido a la era digital: comparte a menudo directos y canciones a través de sus cuentas de Instagram y TikTok, y en 2023 puso sobre la mesa la problemática de la imitación de voces en la era de la inteligencia artificial al demandar al rapero Young Gravy, que utilizó una imitación muy lograda de Astley en su tema Betty (Get Money).
