Publicado: noviembre 16, 2025, 10:30 am
El iPhone es, a dÃa de hoy, nuestro auténtico ordenador de bolsillo. Es el dispositivo al que más horas le dedicamos y el que nos acompaña a todas partes. Lo usamos para todo: desde pedir la cena y hablar con nuestros amigos, hasta gestionar nuestro dinero o identificarnos para cualquier trámite. Es lo primero que miramos al despertar y lo último que dejamos en la mesilla de noche.
Pero no siempre fue asÃ. Hace más de quince años, el iPhone era un dispositivo casi de ciencia ficción que aterrizaba en nuestras vidas. Muchos lo deseaban, pero conseguirlo era mucho más complicado que el simple gesto de pagar en una tienda o financiarlo. Vamos a viajar en el tiempo para recordar, sobre todo los más veteranos, cómo era de verdad tener un iPhone en España en sus inicios.
Exclusividades y permanencias a la orden del dÃa
La llegada del iPhone fue todo un acontecimiento. La prensa tradicional lo anunciaba a bombo y platillo, describiendo sus funciones y cómo prometÃa revolucionar la telefonÃa en una época en la que la mayorÃa llevaba un iPod y uno de esos indestructibles Nokia en los bolsillos.
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Pero hacerse con uno no era fácil. Ni barato. El primer iPhone que llegó oficialmente a España fue el iPhone 3G, en verano de 2008, con el entonces llamado iPhone OS 2. La joya de la corona: la App Store, que abrÃa la puerta a que los desarrolladores crearan y vendieran sus propias aplicaciones.
El iPhone 3G se vendÃa en exclusiva con Movistar. O contratabas un plan con ellos, o te quedabas sin el teléfono de Apple. Yo mismo me di de baja de Vodafone y me di de alta in situ en una tienda Movistar de Tarragona para poder tener el que, muy probablemente, fue uno de los primeros iPhone vendidos en la provincia.

En esa época, las operadoras subvencionaban los móviles. PodÃas conseguir uno «gratis» a cambio de comprometerte a una tarifa concreta y una permanencia que podÃa alcanzar los dos años. Para el iPhone 3G, esto podÃa suponer un gasto de más de 2.000 euros en ese periodo, unos 83,3 euros al mes por el modelo de 8 GB. Si querÃas el de 16 GB, la broma ascendÃa a casi 2.800 euros en total.

En mi caso, recuerdo pagar unos 300 euros por el iPhone y contratar un plan de 30 euros mensuales que incluÃa algunos minutos en llamadas y 200 MB de datos 3G. Hoy, mi tarifa principal tiene datos ilimitados con 5G por un precio similar. Menuda diferencia, ¿verdad?
Tener uno de estos primeros iPhone implicaba estar anclado a Movistar. Se podÃa liberar, pero requerÃa hacerle jailbreak al teléfono y modificar el sistema para que aceptase la SIM de otras operadoras. Con el tiempo llegó a otros operadores, pero los primeros modelos fueron totalmente exclusivos y llegaban con cuentagotas, provocando las quejas correspondientes.

El gran cambio llegó con los primeros iPhone libres a España en 2010, coincidiendo con la inauguración de la primera Apple Store en La Maquinista (Barcelona). Admirábamos las primeras pantallas Retina de los iPhone 4 y empezaba el fin de las subvenciones, dando paso al modelo de pagar el móvil «a tocateja» y elegir después operadora.
Ese modelo es la base del actual, aunque ha evolucionado. Hoy compramos el iPhone libre, sÃ, pero lo hacemos con financiación, planes de renovación o entregando el antiguo con trade-in.

La gran novedad: llevar internet siempre contigo
Pero lo que más recuerdo era lo que hacÃamos con el iPhone. Mientras que ahora es casi una extensión de nosotros mismos, en 2008 nuestro uso se limitaba a consultar el correo y probar las primeras apps de mensajerÃa. Y solo eso ya nos fascinaba, porque era la primera vez que tenÃamos internet de verdad en el bolsillo.
Twitter era una de las aplicaciones estrella, y recuerdo con cariño el cliente Twinkle. Tampoco podÃamos abusar, porque los 200 MB de la tarifa volaban. Aun asÃ, empezaba la época de estar siempre conectados y expuestos al infinito torrente de distracciones que supone llevar un ordenador en el bolsillo.

Hoy esa conexión está más latente que nunca. El 5G ha convertido en algo normal ver vÃdeos de YouTube en el autobús o jugar a tÃtulos de consola en la nube. Pero el verdadero cambio ha sido la inteligencia que ha ganado el dispositivo: la IA nos sugiere respuestas, organiza las fotos y convierte el iPhone en el mando a distancia de nuestra vida conectada a través del Apple Watch o los AirPods.
Definitivamente, usar un iPhone hace más de quince años era una experiencia muy distinta. Y eso me hace preguntarme… ¿qué haremos con el iPhone en diez años? Quizás la pregunta ya no sea sobre el iPhone, sino sobre el dispositivo que lo reemplace. Guiño, guiño: Vision Pro.
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La noticia
Asà era utilizar un iPhone en España hace 15 años, cuando sobrevivÃamos con 200 MB al mes
fue publicada originalmente en
Applesfera
por
Miguel López
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