Publicado: noviembre 9, 2025, 10:30 am

Por La Hora de Venezuela | Cazadores de Fake News
La red social X sigue bloqueada para millones de venezolanos. Quien quiera acceder a la plataforma dentro del país debe hacerlo usando una VPN o ser usuario de alguno de los pocos proveedores de internet que aún no la restringen. Aunque la censura de X fue anunciada como una medida temporal, en noviembre de 2025 continúa vigente.
A pesar del cerco, X sigue abarrotada de mensajes a favor de Nicolás Maduro. Etiquetas, imágenes y videos de propaganda, presentados como expresión del “clamor popular”, son publicados coordinadamente por cuentas oficialistas en una sucesión de campañas digitales de propaganda que nunca cesaron. X es un espacio de importancia estratégica para el chavismo en el cual continúa presente, al menos de forma no institucional.

“En Twitter (X) hay una guerra importante que librar. Abandonar este espacio es sinónimo de dejar flancos libres y abiertos para el ataque de nuestro enemigo histórico. ¡En X no hay retirada, hay lucha, batalla y victoria! ¡No más VPN! #ChavistaYoTeSigo”, escribió en julio una cuenta anónima cuyo avatar es la silueta de un dragón rodeado con llamas rojas, uno de los muchos perfiles, aparentemente operados por simpatizantes del gobierno, que no han dejado de publicar contenidos a favor de Maduro en la plataforma.
Sin embargo, lo que parece un grupo de ciudadanos sin relación con el gobierno de Maduro impulsando propaganda digital es producto, en parte, de una operación de información promovida desde el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información (Mippci) venezolano. Una coreografía en la cual están involucrados funcionarios del mismo ministerio que censuró la red social en el país.
La cuenta anónima con el avatar del dragón es, precisamente, un eslabón relevante en dicha operación. Existen evidencias digitales concretas de que la cuenta anónima está vinculada con Dayra Rivas (Directora de Medios Digitales del Mippci) y otras personas ligadas a la Escuela Influye, el programa de capacitación de creadores de contenido progubernamentales que es dirigido por funcionarios del mismo ministerio.
Por ahora, el efecto de esta operación está contenido en la misma burbuja de cuentas oficialistas en X que la impulsan, pero esta dinámica puede inflar el impacto aparente de la operación y hacer creer a los medios de comunicación internacionales —y a los propios promotores de la operación— que Maduro tiene más apoyo del que realmente tiene en X.
Un dragón en una campaña de propaganda
Muchas de las cuentas oficiales del gobierno de Nicolás Maduro dejaron de publicar contenidos en X alrededor del 9 de agosto de 2024, un día después de que se anunciara su bloqueo en Venezuela. Ese día, la cuenta del Mippci propuso la etiqueta #HastaProntoX, una especie de despedida “oficial” del ministerio de una red social que durante años había aprovechado para promover centenas de campañas coordinadas de propaganda digital.
Para noviembre de 2025 el cerco sigue. Aunque la mayoría de las cuentas en X vinculadas con el Ejecutivo permanecen inactivas, cientos de perfiles de X pro-oficialistas mantienen activa la prédica de “paz” promovida por Maduro como respuesta a la guerra contra los carteles iniciada por Estados Unidos. Lo hacen uniformando sus posteos con etiquetas específicas y publicando imágenes y videos con los que apoyan la posición de la administración de Maduro y rechazan la de Trump.
Entre estos perfiles figura una cuenta anónima con avatar de dragón que comenzó a hacerse notar por sus mensajes provocadores:
“El venezolano es un pueblo amante de la paz, pero para mantenerla está preparado para la guerra (…) no le tenemos miedo a yankee alguno (…) cuando ustedes quieran, nosotros queremos”, escribió en una publicación del 22 de septiembre.
El mensaje cerraba retando directamente al presidente de Estados Unidos: “Recuerda, @realDonaldTrump: #VenezuelaSeEscribeConVDeVietnam”.
El guiño a Vietnam retoma una idea primordial en la doctrina militar venezolana: un ataque estadounidense contra Venezuela sería el inicio de un proceso de resistencia popular prolongada ya que —de acuerdo a la narrativa chavista— “el pueblo venezolano está armado” y cerró filas en torno a Maduro para protegerlo. La etiqueta, sin embargo, inició como una reacción a un planteamiento más casual: un comentario sobre la Milicia Bolivariana, que horas antes había publicado Donald Trump en su cuenta de Truth Social.
“ULTRASECRETO: Capturamos a la Milicia Venezolana entrenando. ¡Una amenaza muy seria!”, escribió Donald Trump, en tono de burla, comentando un video viral de un grupo de inexpertas milicianas venezolanas. Vestidas de civil con camisetas rojas y portando fusiles, las mujeres se desplazaban para resguardarse tras una serie de parapetos improvisados en una cancha deportiva, ante gritos y algunas risas de los asistentes.
Pero la etiqueta impulsada por el oficialismo venezolano el 22 de septiembre, aunque parecía una expresión de indignación espontánea, era más bien una coreografía. Quienes la impulsaron, en su mayoría, no fueron usuarios de X comunes y lo que publicaron no es una muestra de indignación “popular”.
La campaña contó con la participación de centenas de cuentas de militantes del PSUV, de portales pro oficialistas que suelen presentarse como medios independientes y de creadores de contenido asociados a varios equipos de propaganda chavista. Un ecosistema digital que llena internet con publicaciones, memes, videos sintéticos, eslóganes patrióticos y consignas que cambian casi diariamente.
Aquí es donde entra en el juego Dracarys, la cuenta del avatar con el dragón. Fue una de los diez perfiles más influyentes en la campaña del 22 de septiembre, pero ha participado en muchas otras etiquetas similares al menos desde marzo de este año.
Dracarys —“fuego de dragón” en alto valyrio, un idioma ficticio de Game of Thrones— se presenta como un “equipo de investigación” y siempre usa como su sello personal un logotipo con la silueta de un dragón rodeado con llamas rojas. También firma sus publicaciones con la etiqueta #UnleashDracarys, que en la práctica funciona tanto como una marca para los posteos de las cuentas más cercanas a ella, como una “invocación” simbólica para animarlas a que participen en las campañas que impulsa.
La mayoría de las cuentas que forman parte de su comunidad, señalada con el color rojo en el grafo, no son cuentas falsas. Pertenecen a comunicadores o militantes reales, de “carne y hueso”, muchos de ellos afiliados a un colectivo digital oficialista específico, parte de la “guerrilla comunicacional” chavista que por varios años se ha coordinado para difundir propaganda oficialista en X.
Pese al spam generado en la campaña, la etiqueta #VenezuelaSeEscribeConVDeVietnam quedó encerrada en una cámara de eco en X, integrada principalmente por sus promotores y seguidores, sin recibir atención significativa en audiencias ajenas.

En la campaña del 22 de septiembre estuvieron presentes, además, otros dos grupos distintos de cuentas con comportamiento sospechoso.
Uno de ellos, conformado por al menos 80 cuentas similares a bot —probablemente automatizadas—, hizo citas masivas a una publicación de Dracarys contra Donald Trump con un video de propaganda titulado “Caso: Trump, la burla mundial”. Todas interactuaron con la publicación exactamente a las 9:35 p. m., añadiendo códigos aleatorios sin sentido al texto, una señal de posible presencia de cuentas bots (automatizadas).
Al 31 de octubre, X había suspendido todas las cuentas del grupo, excepto una.

En la amplificación de la misma publicación de Dracarys también participó otra red distinta, compuesta por más de 75 cuentas inauténticas difundiendo propaganda encubierta con identidades ficticias, es decir, una red de cuentas troll.
Hervidero de etiquetas
En sus publicaciones, Dracarys recurre a un tono altamente emocional y descalificador, con piezas audiovisuales que incorporan elementos generados o manipulados con IA y que, a veces, deshumanizan a adversarios del gobierno de Maduro. Su comunidad replica estas dinámicas: participa en etiquetas, y difunde textos, memes e imágenes con el logo del dragón y la etiqueta #UnleashDracarys.

Dracarys participó, de forma “no oficial”, en la promoción de etiquetas de propaganda impulsadas por el oficialismo contra Donald Trump, Marco Rubio, Pam Bondi y Javier Milei, entre otros. Hay evidencias de que algunas de esas etiquetas —contra María Corina Machado, Marco Rubio y Nayib Bukele— fueron planificadas y promovidas por funcionarios del Mippci, quienes enviaron manuales y contenidos a miles de usuarios a través de su herramienta de coordinación de propaganda digital, Siscom.
La app de Siscom se encuentra disponible en Play Store, donde a la fecha supera las 50 mil descargas.

Además de participar en el impulso de etiquetas de propaganda, la cuenta anónima también estuvo activa promoviendo varias campañas coordinadas de desinformación y estigmatización.
Dracarys hizo una cita a un video generado con inteligencia artificial (IA) generativa que mostraba a un joven israelí ficticio, llorando entre ruinas tras un ataque con misiles iraníes, y un bulo contra Javier Milei que lo acusaba de zoofilia usando como “evidencia” una imagen creada también con IA.
También participó en la campaña de estigmatización contra la activista venezolana Martha Lía Grajales, en la que se usó un video desinformativo para acusarla junto a su esposo de ser “agentes encubiertos de la extrema derecha en Venezuela”. El mismo video había sido enviado el día anterior a través de Siscom, por Johannyl Rodríguez, Viceministro de Comunicación e Información.
“Compañeros y compañeras les comparto video de la Operación Grajales. Por favor, dulce difusión”, escribió Rodríguez.

De igual forma, Dracarys participó en el impulso de la etiqueta #VolkerViolaDDHH, un ataque digital contra Volker Türk, alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, donde se difundieron contenidos deshumanizantes en su contra. Aunque la etiqueta fue presentada como una “campaña mundial” de repudio contra Türk, en realidad se trató de otra campaña de estigmatización promovida por cuentas de la “guerrilla comunicacional” vinculada al Mippci.
Buscando las huellas del dragón
Con su identidad actual, Dracarys impulsa propaganda encubierta en X desde febrero de 2025. Su trayectoria, sin embargo, la vincula con otros alias involucrados en ataques digitales y campañas de desinformación que ocurrieron en años anteriores.
En agosto de 2023, el periodista venezolano en el exilio Melanio Escobar, denunció que un perfil anónimo en X llamado @RespetoXTodos había intentado criminalizar su trabajo asegurando que estaba detrás de “una campaña de odio” y etiquetando en sus acusaciones al fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab. Escobar no fue el único usuario de X que recibió amenazas de la cuenta troll, cuya identidad se desconocía hasta entonces.
Una investigación publicada poco después concluyó que @RespetoXTodos estaba siendo operada por Ernesto Meléndez, instructor de la Escuela Influye, un programa de capacitación para propagandistas digitales creado por el Mippci como respuesta a una orden que dio Nicolás Maduro en 2021.
La cuenta que hoy usa Dracarys (@UnleashDracarys) es el mismo perfil en X que antes se llamaba @RespetoXTodos. Usando la herramienta Tweethunter para investigar a @UnleashDracarys y revisando el código fuente de publicaciones de @RespetoXTodos archivadas en Wayback Machine, se pudo comprobar que ambos alias comparten el X ID 1377855572884795392, un identificador único que no varía aunque el nombre de usuario sea cambiado.

En 2024, la cuenta dejó de usar @RespetoXTodos como nombre de usuario y pasó a llamarse @PiensaIA, asociándose públicamente a Dayra Rivas, quien había sido designada desde noviembre de 2023 por el Ministro de Comunicación e Información, Freddy Ñáñez, como Directora General de Comunicación Digital, ad honorem, de ese ministerio.
Además de su cargo en el Mippci, Rivas también se ha mostrado públicamente como instructora de la Escuela Influye. En un video promocional publicado en noviembre de 2024 en la cuenta de Instagram del programa del Mippci, aparece dirigiendo una capacitación junto a Ernesto Meléndez (a quien fue atribuida la operación de @RespetoXTodos) y otros de sus integrantes.
El 19 de julio de 2024, Jorge Rodríguez —presidente de la Asamblea Nacional, jefe de campaña de Nicolás Maduro y exministro de Comunicación— presentó en rueda de prensa varias capturas de mensajes de odio publicados en X, atribuyéndolos a supuestos opositores. Posteriormente se demostró que provenían de una operación de desinformación de falsa bandera, ejecutada por una red de cuentas trolls que estaba vinculada con la campaña de Maduro.
En respuesta, Rivas usó @PiensaIA para descalificar las denuncias que exponían la operación, con varias publicaciones que fueron apoyadas con respuestas en masa publicadas por la misma red de cuentas trolls que había sido denunciada.
En octubre de 2025, quien aparece como autor de todos los posteos realizados por Rivas cuando usaba el perfil @PiensaIA, es Dracarys.

Máxima difusión. De inmediato, por favor
El 16 de agosto de 2024, en un grupo público de Telegram donde se organizan decenas de integrantes de varios colectivos digitales y de la “guerrilla comunicacional” oficialista, Dayra Rivas compartió un contenido con una clara instrucción: “Máxima difusión. De inmediato, por favor”, adjuntando un video sobre el supuesto “peritaje técnico” de actas que el oficialismo presentaba como prueba definitiva de la victoria de Nicolás Maduro en las presidenciales del 28 de julio.
La puesta en escena mostraba a un grupo de supuestos “peritos” con indumentaria del Tribunal Supremo de Justicia, el órgano que debía auditar de forma independiente al Consejo Nacional Electoral (CNE), la autoridad electoral de Venezuela. Una investigación publicada poco después reveló, sin embargo, que varios de los supuestos peritos eran funcionarios cercanos a uno de los rectores del propio CNE, lo que puso en duda la apariencia de imparcialidad del peritaje.

En otra ocasión, Rivas invitó a los integrantes del grupo a sumarse a un nuevo canal de Telegram, @FuegoDracarys, cuyo avatar es un dragón rojo con la palabra “Dracarys” en mayúsculas.
“Somos fusil y proyectil”, dice la descripción del canal.
En él, Rivas compartió enlaces a 21 posteos realizados por la cuenta de Dracarys en X entre el 3 de mayo y el 5 de agosto de 2025.
A través del canal, en mayo de 2025, Rivas impartió instrucciones sobre cómo se debía responder a una publicación de Dracarys en X, que en ese momento tenía otro nombre de usuario distinto, @FojandoAcero (sic.), sobre un concierto de la cantante Lady Gaga en Río de Janeiro.
“Recuerden que el enfoque de la información del concierto de Lady Gaga, no es que fue uno de los más exitosos que ha tenido (…) es que ella, siendo estadounidense, defiende a los repudiados en su país, y esta vez lo hizo públicamente en un concierto en Brasil (…) Mientras Trump deporta migrantes, Lady Gaga los defiende. Mientras Trump repudia a la comunidad LGBT+, ella los defiende”, dice el mensaje de Rivas reenviado al canal.

Más recientemente, Dracarys ha publicado contenidos con más rastros que la asocian con Rivas y el entorno de la Dirección de Medios Digitales del Mippci: la voz en off en varios de sus videos coinciden con la de Rivas al igual, que algunas fotografías; la producción de uno de los contenidos también fue atribuida a Meléndez. La cuenta oficial de la Escuela Influye, también ha compartido los contenidos de la cuenta anónima con avatar de dragón.
“Bendiciones (…) Feliz viernes, camarada Dayra”, saludó un usuario de X en respuesta a Dracarys, el pasado 19 de septiembre. «Dayra» también es un subanagrama de «Dracarys».
Cuando la censura y la propaganda se complementan
Consultada para este trabajo, Valentina Ballesta, directora adjunta de Investigación para las Américas de Amnistía Internacional, aseguró que el bloqueo de X en Venezuela “representa un ataque en contra de la libertad de expresión en sus distintas dimensiones”, incluido el derecho de la población a recibir información. Ballesta recordó que esta restricción “es arbitraria”, carece de fines legítimos y que, además, el hecho de que cuentas vinculadas con el gobierno sigan usando la plataforma con fines políticos “hace aún más evidente la falta de legitimidad” de la medida.
Ese diagnóstico se cruza con las observaciones de Andrés Azpúrua, director del observatorio de derechos digitales VE Sin Filtro de la ONG venezolana Conexión Segura y Libre, quien sostiene que el gobierno de Maduro sabe que X sigue siendo un espacio importante para el debate público, incluso después del bloqueo. Mientras tanto, los venezolanos deben usar VPN para evadir la censura —lo que limita su posibilidad de conectarse con normalidad—, algo que afecta a toda la población, sin distingo político.
Ese escenario de control desigual sobre el acceso a X también ha sido denunciado desde el ámbito de los derechos humanos y la libertad de expresión. La ONG venezolana defensora de la libertad de expresión, Espacio Público, subraya esta paradoja que excluye a buena parte de la población, mientras profundiza la desigualdad informativa: “Es una contradicción impedir arbitrariamente el acceso a millones de usuarios y usuarias, violentar con ello el derecho a la libertad de expresión e información y, al mismo tiempo, dirigir recursos y tiempo a un intento de posicionamiento privilegiado y desleal pagado con recursos públicos, que además se orienta a criminalizar a sectores críticos”.
Ese desequilibrio —donde el Estado impone bloqueos a la ciudadanía mientras se reserva el uso pleno de las plataformas para sus propias campañas— demuestra cómo la censura y la propaganda no se excluyen, sino que se refuerzan mutuamente. “Las estructuras del gobierno han terminado usando algunas de las mismas herramientas para evadir su propio bloqueo y poder participar en estas campañas”, puntualizó Azpúrua.
