El escritor Arturo Pérez-Reverte ha compartido en sus redes sociales algunas reflexiones sobre el pensamiento y cómo este no tiene por qué ser absoluto e inamovible, sino que al contrario, es «saludable» tener incertidumbres.
El novelista compartía la respuesta a la pregunta de una entrevista (cuyo medio no cita) en el que le inquieren sobre si usa las novelas para aleccionar, algo que Pérez-Reverte dice no hacer.
«Vivimos un tiempo en el que se exige que uno tome una posición, que se sitúe en una línea, bien o mal, a favor o en contra, y la vida no es eso. Con la edad, he descubierto que tengo muchas menos certezas, cosa que no pensaba cuando era joven», explica a sus 73 años el periodista.
Pensar así es mucho «más fértil», según hace ver el autor de Alatriste, porque «cuando uno tiene certezas, cuando uno tiene claro el bien y el mal, su vida se vuelve muy aburrida y monótona, y puede caer en el fanatismo, y el fanatismo significa la Inquisición, y luego el exterminio del adversario«, advierte.
«Acepto que puedo estar equivocado y que mi enemigo puede tener razón algunas veces», expone, no sin dejar claro que tiene sus ideas, porque no es «equidistante», sino «ecuánime» (imparcialidad de juicio).
«Creo que esto es saludable: reconocer virtudes en el adversario y defectos en el bando propio. Creo que es muy higiénico y saludable, aunque eso ocurre muy poco hoy en día«, concluye el escritor.