Publicado: diciembre 1, 2025, 7:00 am

Argentina exigió este lunes una actuación “inmediata” de la Corte Penal Internacional (CPI) ante el “deterioro” de la situación en Venezuela, y Caracas respondió acusando a Buenos Aires de erigirse en un “falso defensor de derechos humanos”, en un cruce de declaraciones que tensó la apertura de la Asamblea de Estados Parte del tribunal en La Haya.
El representante de Argentina, Diego Emilio Sadofschi, advirtió de que las elecciones fraudulentas de julio de 2024 agravaron la situación en Venezuela y lamentó la falta de avances por parte de la CPI desde que la Fiscalía abrió formalmente la investigación en 2021 sobre los presuntos crímenes de lesa humanidad atribuidos a Nicolás Maduro.
“Las detenciones arbitrarias, los tratos inhumanos y otros crímenes de lesa humanidad que perpetra el régimen venezolano requieren investigaciones rigurosas, pero expeditivas, incluyendo órdenes de arresto contra los principales responsables”, advirtió Sadofschi.
En una respuesta inmediata, el diplomático chavista, Héctor Constant Rosales, acusó al Gobierno de Javier Milei de “politizar” de “forma altisonante” la conferencia para atacar “de manera inoportuna” la legitimidad de Maduro.
Además, tildó de “vergonzosa” la conducta argentina en organismos multilaterales y denunció que Buenos Aires ha votado recientemente contra varias resoluciones de la ONU sobre derechos humanos, incluida una adoptada el pasado 20 de noviembre sobre tortura y tratos crueles, lo que, aseguró, contradice compromisos regionales y la sitúa como “un falso defensor de derechos humanos”.
El choque entre ambos países marcó una de las intervenciones más tensas de la sesión, en el primer día de una semana de conferencia en la que la CPI examina tanto el avance de su investigación sobre Venezuela y otros países, como la cooperación de los países miembros con el tribunal, entre otras cosas, en materia de ejecución de órdenes de arresto.
El representante argentino aclaró hoy que la decisión de Buenos Aires de no bloquear el consenso en la Asamblea que se celebra esta semana “no debe interpretarse como un gesto hacia Venezuela”, sino como una prueba del “compromiso” de Argentina con la CPI y con el funcionamiento de la propia Asamblea, en particular en las negociaciones sobre los países en situación de impago.
En este sentido, Caracas atribuyó su deuda con la institución a las “medidas coercitivas unilaterales ilegales” que, dijo, le impiden cumplir con sus obligaciones financieras, y aseguró que, una vez levantadas esas sanciones, podrá saldar los pagos pendientes con el tribunal.
Este cruce entre Venezuela y Argentina se produjo minutos después de que la Fiscalía de la CPI anunciara que cerrará su oficina en Caracas por la falta de “progreso real” de Venezuela en materia de “complementariedad”, el principio que exige al país en cuestión investigar seriamente los crímenes de los que se le acusa antes de que intervenga este tribunal.
Con información de EFE
