Publicado: junio 10, 2025, 11:00 am
El restaurante Migrante, del chef Fernando Martínez Zavala, conmemoró cuatro años de trayectoria con una comida enfocada en visibilizar y apoyar a la infancia en contexto de movilidad. El evento, realizado en el Hotel Carlota, fue organizado en colaboración con Save the Children México y tuvo como propósito recaudar fondos para fortalecer los programas que la organización implementa en zonas de tránsito migratorio.
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Once cocineros, un objetivo común
La convocatoria fue encabezada por el chef Fernando Martínez Zavala, quien reunió a once cocineros provenientes de distintos puntos del país. Participaron Óscar Segundo y Xryso Ruelas (Xokol, Guadalajara), Javier Plascencia (Animalón, Valle de Guadalupe), Édgar Delgado (Sonia), Manolo Victoria (Ajo Blanco), Israel Arétxiga (Zeru), Somsri Raksamram (Galanga Thai House), Xano Saguer y Fer Prado (Çuina), Pablo San Román (Ekilore) y Jesús Pedraza (La Cocina del Bizco). Cada uno presentó un platillo como parte de un menú colaborativo creado exclusivamente para esta comida solidaria.
Más allá de la colaboración entre cocineros, la iniciativa puso sobre la mesa una problemática que exige atención: la niñez migrante enfrenta riesgos como la violencia, la explotación y la exclusión de servicios básicos. A través de esta actividad, los recursos recaudados se destinarán a proyectos que ofrecen servicios médicos, atención psicosocial, educación y protección a menores en tránsito.
Tan solo en 2024, Save the Children brindó atención a más de 100 mil personas en movilidad, en zonas críticas del país. La organización cuenta con espacios amigables y redes de atención enfocadas en garantizar derechos fundamentales.
Un formato diferente de celebrar
Para el chef Fernando Martínez Zavala, el aniversario del restaurante representó una oportunidad para abordar un tema relevante desde el oficio culinario. «No se trató de una celebración tradicional. Fue una forma de utilizar la cocina como herramienta para sumar recursos, visibilidad y colaboración frente a un problema urgente», declaró.
Más de 100 personas asistieron a la comida y más de 30 marcas, aliados y patrocinadores respaldaron la iniciativa. El resultado no solo fue un ejercicio de recaudación, sino una demostración de cómo el sector gastronómico puede vincularse de manera efectiva con causas sociales sin perder rigor ni autenticidad.
