Durante sus 16 años como canciller de Alemania, Angela Merkel fue nombrada hasta en 14 ocasiones la mujer más poderosa del mundo. Estudiante sobresaliente y niña asilvestrada -«si tenía sed, bebía del bebedero de las gallinas»-como cuenta en sus extensas memorias tituladas Libertad (RBA), también relata cómo lidió con el afán de protagonismo de Putin y la megalomanía de Trump. Pero fueron las críticas que recibió de su propio gobierno, cuando decidió no prohibir el paso a los refugiados que llegaban a la frontera germano-austríaca, lo que -asegura-, «marcó un punto y aparte en mi etapa como canciller». Aquí, varios extractos del repaso que ella hace a su extraordinaria vida. Leer