Publicado: noviembre 28, 2025, 1:30 pm
Tras varios meses volcadas en los preparativos, el pasado 27 de octubre Abril Cols y Andrea Garte abrieron las puertas de su primer negocio físico en Andorra, Balanzea, una cafetería de especialidad que cuenta con su propio estudio de pilates y apuesta por una experiencia que fusiona bienestar y gastronomía en un mismo lugar.
«Andorra necesitaba ese toque fresco y un poco más juvenil», reivindicaba Abril en sus redes, a lo que su amiga y socia, Andrea, remataba diciendo que es «un formato más moderno, propia de grandes ciudades». Así, entusiasmadas con este ambicioso proyecto que encaja plenamente con su estilo de vida, las influencers han seguido documentando cada nuevo reto que afrontan como jóvenes emprendedoras.
Desde los gastos y facturas que conlleva la gestión de su negocio conjunto hasta sus dificultades para delegar funciones en su equipo, las creadoras de contenido no se dejan nada en el tintero. Tanto es así que, incluso ante incidentes desagradables como el peculiar robo que sufrieron esta misma semana, tampoco tienen ningún en reparo en mostrarse transparentes con su audiencia y desgranar cómo se desencadenaron los hechos.
En esta ocasión, fue Abril Cols, la única socia presente durante el suceso, quien este jueves desveló cómo vivió la «coreografía digna de estudio» protagonizada por un grupo de españoles que, durante su visita expresa al local, se dedicó a esconder vasos de cristal bajo su ropa para, acto seguido, salir huyendo de allí con el supuesto botín.
«Y lo mejor: antes de eso me hice como 15 fotos con ellos. Quién iba a decir que venían a por una nueva vajilla gratis para casa», bromeó Cols a través de sus historias de Instagram, acompañando esta surrealista anécdota con una imagen, parcialmente oculta, captada por la cámara de seguridad de su establecimiento.
Más tarde, y ante la expectación de su audiencia, la influencer reapareció en su perfil de TikTok para dar más detalles al respecto y señalar que, desde entonces, «robar en Balanzen tiene unas consecuencias». «Y es que, seguramente, como tienen su matrícula, cuando crucen la frontera les denegarán el paso por haber robado en Andorra», explicó.
En su vídeo, la barcelonesa destaca que presenció cómo los presuntos ladrones, procedentes de Girona, se metían los vasos de cristal en sus bolsillos o, en su defecto, en su bolsa. No obstante, cuando una de las empleadas les pedía explicaciones, estos contestaban «de malas formas» y se negaban a devolver los vasos.
Aun así, por temor a las posibles represalias contra su empleada, Abril Cols decidió dejarlo pasar, aunque observara cómo se les marcaban tales objetos en la sudadera y los pantalones. No obstante, tras percatarse de que «no habían dejado ningún vaso», decidió tomar una foto a la matrícula de su furgoneta y denunciar los hechos a las autoridades andorranas.
«En Andorra la ley es mucho más estricta y dura, como la matrícula estará registrada, no les permitirán volver a entrar. Si lo hubiese hecho en ese momento, porque me avisaron antes de que se fueran, les hubieran liado una muy grande en la frontera», apuntó.
Para concluir, la creadora de contenido se dirigió a unas de las presuntas ladronas, quien habría negado públicamente haber cometido el robo, y compartió unas pruebas gráficas que desmontaban su testimonio. «Te haces fotos conmigo, me robas y luego intentas dejarme de mentirosa. No te preocupes: tengo cámaras en todo el local», indicó Cols.
