Publicado: febrero 25, 2025, 10:18 pm
«Reparto realizado a martillazos», «parche insuficiente»…la propuesta del Gobierno para la asunción por parte del Estado de 83.252 millones de euros de deuda de las comunidades autónomas no ha tenido una acogida particularmente entusiasta por parte de los expertos en financiación autonómica. Cuestionan el singular criterio de reparto utilizado, que no se haya tenido en cuenta la deuda justificada por la infrafinanciación galopante que sufren algunas autonomías bien identificadas, singularmente la Comunidad Valenciana y Murcia, y la decisión de no imponer ninguna condicionalidad fiscal extra a las autonomías por este beneficio. «Los efectos sobre los incentivos a la disciplina fiscal pueden ser muy graves », aventura Ángel de la Fuente, el que fuera coordinador del grupo de expertos para la reforma de la financiación autonómica y director de Fedea, el think tank que más ha analizado los potenciales efectos de una condonación de deuda. «Se les está diciendo a las comunidades autónomas que el Gobierno tiene la obligación de protegerlas al 100% ante cualquier ‘shock’». En realidad no a todas se las ha protegido igual. Las cifras de deuda condonada por habitante muestran una brecha de más de 1.000 euros entre la deuda virtual que se le habría perdonado a cada castellano-manchego, 2.341 euros por cabeza; y la que el Gobierno propone perdonar a los madrileños, apenas 1.233 euros. Más que por la cifra, que no deja de ser el saldo estadístico de una operación global que no se va a pagar con un derrama ciudadana; la comparativa es relevante por la disparidad territorial en esta especie de mutualización de la deuda autonómica acumulada. Es significativa la comparación entre Cataluña y Madrid, dos autonomías con una poderosa capacidad fiscal, que son aportantes netos a la solidaridad interterritorial y que reciben del sistema unos recursos similares a la media. Sin embargo mientras que la quita acordada entre Hacienda y ERC supone el perdón de un volumen de deuda equivalente a 2.135 euros por catalán, por encima de la media, en el caso de Madrid esa quita es de apenas 1.233 euros, por la única razón de haber acumulado menos deuda tras la gran recesión y de no haber subido el IRPF para mejorar sus recursos fiscales. Una brecha que es similar cuando se toma la referencia de deuda por habitante ajustado (el criterio que se tiene para el reparto de los fondos de la financiación autonómica), que condona 2.220 euros por catalán y solo 1.369 euros por madrileño. « Madrid debería tener una quita similar a la de Cataluña y se queda en torno a la mitad», explica De la Fuente. En medio de un agitado debate académico y social en torno al compromiso del Gobierno de proporcionar una financiación singular a Cataluña y la intención de los nacionalistas de recortar drásticamente la aportación catalana a la solidaridad , uno de los datos que llama la atención es que la cuantía global de la condonación de deuda a Cataluña, de 17.104 millones de euros, se corresponda casi al punto con la aportación neta que Cataluña ha realizado al fondo que garantiza la prestación equitativa de servicios públicos en todas las comunidades autónomas desde la entrada en vigor del actual modelo de financiación autonómica, que sumaba 16.886 millones de euros hasta 2022. Y está el caso de la Comunidad Valenciana. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, volvió a insistir este martes en que es una de las comunidades más beneficiadas por la asunción de deuda por parte del Estado ya que según su modelo sería la que más quita recibe por habitante ajustado. Francisco Pérez, director de Investigación del Instituto Valenciano de Investigación Económica (IVIE), probablemente la institución de análisis que más ha estudiado los perfiles de la deuda ilegítima generada por el modelo actual de financiación autonómica, no comparte esa visión. Entiende que la propuesta del Gobierno se construye sobre un supuesto parcial , ya que acepta compensar el desplome de ingresos respecto a lo comprometido que sufrieron las comunidades autónomas en la gran recesión, pero ignora por el contrario la infrafinanciación derivada de la falta de ajuste entre los ingresos que el sistema reconoce a algunas autonomías y el gasto en el que tienen que incurrir para prestar los servicios en las mismas condiciones que el resto, una métrica perjudicial según todos los estudios para la Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Castilla-La Mancha y Andalucía. «De haberse tenido en cuenta este factor la Comunidad Valenciana habría recibido 17.800 millones, en lugar de los 11.200 millones que se le han reconocido», explica Francisco Pérez a ABC. El investigador, uno de los expertos más reconocidos en materia de financiación autonómica, cuestiona también el premio a las autonomías que elevaron el IRPF y advierte que las consecuencias del esquema definido por el Gobierno hará que las autonomías más endeudadas, entre ellas la Comunidad Valenciana, se queden lejos de poder asomarse a los mercados para financiarse por su cuenta.
