Las fechas navideñas están a la vuelta de la esquina y, con ellas, surge también el deseo de reunirse con nuestros seres queridos. Sin embargo, no siempre es posible hacerlo, lo que, para muchas personas, supone, sin duda, un duro revés. Un claro ejemplo de ello es Anabel Pantoja, quien, entre lágrimas, ha recordado este miércoles a quienes «ya no están».
A casi tres semanas desde que dio a luz a su primera hija, Alma, la influencer, que recientemente habló de sus problemas de salud en el postparto, se ha sincerado con sus seguidores, como es habitual en ella, sobre cómo afronta la ausencia de ciertas personas de su entorno en unos días tan señalados como la Navidad.
Lo ha hecho, asimismo, a través de historias de Instagram, en las que no ha podido evitar derrumbarse ante la cámara, acostada en su cama. «Es verdad que odio la Navidad, pero hay momentos que echo muchísimo de menos a los que ya no están y a los que no puedo ver por distancia», ha confesado, entre lágrimas, la sevillana, quien actualmente reside en Gran Canaria.
La sobrina de Isabel Pantoja se encontraba viendo un episodio de temática navideña de la serie popular de Netflix, Un lugar para soñar, cuando, en un momento dado, rompió a llorar. «Os juro que odio la Navidad, pero la película es tan bonita… Toda la familia, todos los amigos juntos, las decoraciones…», comenta la sevillana, muy emocionada.
Apenas unas horas más tarde, sin embargo, la creadora de contenido se trasladó, en manga corta, hasta una tienda en la que compró, con cierta reticencia, un pequeño árbol de Navidad. «Yo no era partidaria de comprar el árbol, pero a David -su pareja- se la ha metido en la cabeza», relata Anabel, finalmente satisfecha con su compra. «He comprado el primer cascabel para Alma», añade.