Publicado: abril 11, 2025, 9:54 am
Sorpresa en EE.UU. En medio del caos arancelario y a pesar de lo que esperaban los analistas, en marzo el alza del IPC en ese país se ha situado en el 2,4% en términos interanuales , cuatro décimas por debajo de la lectura de febrero. Si se compara el dato con el del mes anterior, hubo un descenso del 0,1%, el primero en cinco años; y si se toma el IPC subyacente, la disminución con respecto a febrero fue de 0,3 puntos, hasta situarse en el 2,8%. La mayor parte de los análisis descontaban que los precios subyacentes, que son los que eliminan los elementos más volátiles de la cesta -energía y alimentos no elaborados- escalarían hasta el 3%, pero en lugar de eso se han situado en mínimos de marzo de 2021. El presidente Donald Trump tardó muy poco en reaccionar a esta noticia y lo hizo con un escueto «LA INFLACIÓN BAJA» en su cuenta de Truth Social. Poco después, la Casa Blanca hacía lo propio con un «América está de vuelta, la inflación no». A nadie escapa que el dato da un respiro al magnate convertido en presidente y, más importante que eso, parece darle más argumentos para enfrentarse a la Reserva Federal, con la que mantiene una pugna para que aplique una bajada de los tipos de interés que aporte oxígeno a la economía. «Este sería el momento PERFECTO para que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, recorte los tipos de interés», escribió el presidente la semana pasada en su cuenta de Truth Social. El mensaje fue mucho más diplomático que los que Trump le ha dedicado a Powell en las últimas semanas, rompiendo con la tradición política americana, que hasta su llegada dictaba que los presidentes debían ser escrupulosos en el respeto a la independencia de la Fed. Actualmente el supervisor mantiene los tipos de interés en el rango del 4,25% al 4,5%, y Trump quiere que los baje. El problema con el razonamiento del presidente es que celebra el dato de la inflación ‘a pesar de’ los aranceles’, pero no tiene en cuenta lo que hubiera sucedido de no haber metido a su país en ese brete. En las últimas horas, muchos análisis en EE.UU. apuntan a que, con los datos de hoy y sin aranceles, la Fed se habría avenido a acelerar las rebajas de tipos. En esa línea va David Kohl, economista jefe del banco Julius Baer: « En ausencia de los aumentos arancelarios recíprocos recientemente anunciados y el posterior retroceso en los mismos, el informe de inflación de marzo habría aumentado las posibilidades de recortes de tasas a corto plazo por parte de la Reserva Federal«. En ausencia de esto, apunta Kohl, «los riesgos al alza para la inflación», con lecturas que se esperan más altas para abril y mayo, hacen que el próximo recorte de tasas se posponga probablemente hasta la segunda mitad de 2025, «cuando la menor demanda de los consumidores se reflejará en un mercado laboral más débil», explica el experto. Una de las razones de este retraso en las rebajas, lógicamente, son los gravámenes del 10% que Trump ha impuesto a medio mundo y la guerra comercial con China, país al que ha impuesto un sensacional 145% de arancel . El temor es evidente: más inflación y recesión, lo que llevaría a los EE.UU. a un escenario de estanflación y dejaría muy poco margen de maniobra a Powell. Más allá de estimaciones a futuro, en lo que refiere al mes pasado, el economista jefe de Julius Baer justifica la moderación del IPC por la caída del consumo, ya que los precios de determinados bienes de consumo y artículos recreativos cayeron o mostraron pequeños aumentos. «La dinámica de los precios de marzo sugiere que los consumidores están recortando el gasto discrecional «, asegura Kohl, en espera de un marco geopolítico que cambia a gran velocidad.